Magdalena Nelson de Blaquier, conocida como “Malena”, pasó a la historia como una aristócrata indomable que desafió a la clase alta y causó un escándalo por su relación con el príncipe Felipe.
Tras la muerte de su esposo, Silvestre Blaquier, cuando ella tenía 43 años, debió tomar las riendas de la familia y enfrentarse a algunas tradiciones de la época. Después de perder a su marido, se le endilgaron varios affaires, entre ellos, uno que causó un escándalo con el recientemente fallecido príncipe Felipe.
La vida de Malena Nelson de Blaquier
Hija del medio de Julia Hunter Soler y Juan Manuel Nelson, Malena creció en una familia con buen pasar económico y se crió entre clases de francés, canto y piano. Se casó con Blaquier el 15 de noviembre de 1937, cuando ella tenía 20 años y él, 21. Además de jurarse amor y fidelidad, la pareja proyectaba un futuro próspero, garantizado por sus fortunas y por lo que, según su entorno, era una pareja muy unida.
En mayo de 1959, una tragedia cambió el curso de su historia: ese año, Silvestre viajó a Estados Unidos a buscar un avión que había comprado. Mientras sobrevolaba el Caribe, fue sorprendido por un tifón. Tres meses después, en una playa de Panamá, se encontraron los restos del avión y del piloto.
Con nueve hijos, Malena debió hacerse cargo no solo de la familia y de sobrellevar su propio duelo, sino también de administrar los negocios de su esposo. La autonomía que consiguió y su decisión para avanzar con distintos proyectos la convirtieron en una figura rebelde para la época.
Pero además de una fortaleza indiscutible y un talento para los negocios, a Malena se le adjudicaron distintos affaires con hombres muy conocidos, algunos de ellos, incluso, menores que ella.
Su supuesto romance con el príncipe Felipe de Edimburgo
Quizás el nombre más relevante que aparece en ese puñado de rumores es el del príncipe Felipe de Edimburgo.
El duque en 1962 viajó a la Argentina en un supuesto viaje de negocios, aunque luego se supo que el objetivo era respaldar al gobierno de Arturo Frondizi. Según se conoció, el 22 de marzo de aquel año, hubo una cena oficial para darle la bienvenida al duque, que finalmente fue interrumpida por los comandantes de las Fuerzas Armadas. Los funcionarios alertaron al Presidente sobre una inminente revuelta militar.
Dos días antes del golpe de 1962, el 27 de marzo, Felipe se alojó en Lobos, en la estancia La Concepción, que originalmente pertenecía a Silvestre. “Muchos creen que hubo un escándalo sexual entre el príncipe Felipe de Edimburgo, que entonces tenía 40 años, y la señora Magdalena Nelson de Blaquier, una viuda de 50”, señalaron.
Aunque, en realidad, él tenía 41 y ella, 46, escribió Kitty Kelley en su libro The Royals, publicado en 1997.
“Todo esto es un disparate y no quiero perder tiempo aclarándolo”, respondió Malena en aquel entonces. Sin desmentir ni confirmar el romance, añadió: “Todo el mundo sabe que Felipe de Edimburgo vino a la estancia La Concepción. Yo fui a Windsor infinidad de veces, por el polo. Incluso, hace dos años el príncipe Carlos me dijo que su padre hablaba mucho de nuestra estancia y de la Argentina”.