Los adultos mayores, personas con más de 75 años de edad, son unos de los más afectados durante la pandemia del coronavirus. Desde marzo este grupo de adultos está recluido en su casa como medida preventiva ante el contagio. Sin embargo, el aislamiento ha causado algunos efectos en su salud.
La menor movilidad asociada al confinamiento por la pandemia ha tenido impactos físicos y mentales en los adultos mayores. En cuanto a su salud mental se han presentado trastornos del ánimo, depresión, estrés e incluso delirios.
Asimismo, el aislamiento ha afectado el cerebro de estas personas, aumentando el riesgo de accidentes cerebrovasculares. En cuanto a la salud de sus huesos y articulaciones, la mayoría sufre de descalcificación ósea, huesos más frágiles y riesgos de fracturas. También han perdido masa muscular y tienen más riesgo de contacturas.
En cuanto al sistema respiratorio pueden llegar a sufrir atrofia de la musculatura respiratoria, lo que implicaría una menor capacidad ventilatoria. También hay más riesgo de que las personas mayores sufran infartos debido al estrés producido por la pandemia.
Dado este panorama, hay que saber que los adultos mayores son parte de la población en riesgo que puede contagiarse con más facilidad con el virus. Por ello se requiere tomar precauciones y cuidarlos.