En el vasto universo de las infusiones beneficiosas para la salud, el té se erige como un elixir que ha cautivado a culturas milenarias. En particular, entre las múltiples variedades destaca el té de cebolla, una joya discreta pero poderosa en sus propiedades.
La cebolla, originaria de Asia, con sus capas y su omnipresencia en la cocina, se convierte en protagonista no solo de guisos sino también de una infusión que se ha transmitido de generación en generación.
La cebolla ha sido utilizada en el tratamiento de afecciones respiratorias, desde sinusitis hasta bronquitis. Aunque esta infusión contiene antioxidantes y vitaminas que pueden respaldar la inmunidad, no constituye una cura infalible.
Acerca de las bondades de la cebolla, se destaca que contienen el polifenol quercetina, que se asocia no solo con un mejor rendimiento físico y mental sino, también con un menor riesgo de contraer infecciones. La quercetina estimula el sistema inmunológico por sus propiedades antiinflamatorias y antivirales.
Además, las cebollas son ricas en vitamina C, que desempeña un papel muy importante en el funcionamiento del sistema inmunológico y al mismo tiempo ayuda a regenerar otros antioxidantes en el cuerpo. Pero ¿cómo se prepara este peculiar té de cebolla?
Siguiendo el ritual de cualquier infusión, se añaden trozos finamente picados de cebolla al agua hirviendo, luego hay que dejar que repose y colar para disfrutar de un té caliente. Algunos optan por elevar la mezcla con adiciones como jengibre, té verde y miel, para sustituir el azúcar.
Aunque no existe una regla estricta sobre la variedad de cebolla, la morada suele ser la preferida por su suavidad de sabor. En cuanto a las contraindicaciones, indican que si bien no se conocen los efectos secundarios del té de cebolla, su consumo en exceso puede provocar hinchazón y diarrea.
Aunque el té de cebolla puede no ser el elixir milagroso contra enfermedades, su consumo moderado sigue siendo una opción saludable, añadiendo un toque de tradición y antioxidantes a tu bienestar general.