Un buen té de ajo con limón es la receta secreta de las abuelitas cuando llegamos a pescar un resfriado. Este remedio casero ha significado por generaciones un auxiliar para el tratamiento de diversas enfermedades.
Hoy en Menú contamos todo lo que tienes saber de los beneficios de estos dos alimentos y porqué deberías incorporarlos a tu dieta durante el día.
El ajo, un super alimento
De acuerdo a una investigación del Centro Médico Pennington de Investigación Biomédica de la Universidad Estatal de Luisiana, se tiene registro de que el ajo ha sido utilizado como remedio desde hace más de 500 años. Romanos, egipcios, chinos y griegos antiguos tienen escritos y recetarios que señalan al ajo como un tratamiento para una gran variedad de malestares.
Según Heathline, medio especializado en temas de salud, los científicos actuales han encontrado que la mayoría de las propiedades medicinales de este alimento provienen de los compuestos de azufre que se liberan al momento de cortar, triturar o masticar el ajo.
Por otro lado, podemos hablar de que el ajo es una especie de “super alimento”, ya que contiene altas cantidades de nutrientes en porciones relativamente bajas de calorías. El ajo aporta al organismo vitaminas A, B, C , D y E, además de hierro, magnesio, zinc, potasio y selenio. Una porción de 100 gramos cuenta con apenas 118 calorías.
Toda esta carga de nutrientes estimula nuestro sistema inmune haciéndolo más fuerte y capaz de combatir enfermedades.
Un estudio publicado en la revista médica Advances In Therapy, experimentó con un grupo de personas divididas en dos grupos. Al primer grupo de personas se le dio un suplemento de ajo al día, el otro recibió un placebo.
Los resultados fueron contundentes. Las personas que agregaron el suplemento de ajo diariamente, redujeron la incidencia de contagios de gripe en un 63%. Además, las personas que se llegaron a enfermar, vieron reducidos sus síntomas en una menor cantidad de tiempo que las que no estaban tomando el suplemento.
Otro beneficio importante del ajo es una aparente mejora en la salud cardiovascular. De acuerdo con la OMS, las enfermedades cardiovasculares como los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares son la mayor causa de muerte en el mundo. Según Heathline, el ajo tiene una acción benéfica para reducir la presión arterial y ser auxiliar en el tratamiento de enfermedades como la hipertensión.
Por si fuera poco, este alimento también aporta una cantidad significativa de antioxidantes, sustancias que ayudan a hacer más lento el proceso degenerativo natural de nuestras células. Es decir, ayudan a combatir los efectos negativos del envejecimiento. Esto incluye no solo problemas físicos, sino la prevención del desarrollo de enfermedades cerebrales como Alzheimer y demencia.
Un limón al día, un poco más de vida
El limón es otro de los remedios caseros más utilizados a lo largo de todo el mundo. No es para menos. De acuerdo al Food Data Central del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, un solo limón contiene 31mg de vitamina C. Al igual que en el caso del ajo, este cóctel nutritivo estimula el sistema inmune para hacerlo más resistente contra las enfermedades.
Además, esta fruta contiene calcio, potasio y fosfato, elementos muy importantes para la salud de los músculos, nervios, huesos y el sistema cardiovascular. Según la Universidad de Pittsburgh, existen estudios que avalan la efectividad del jugo de limón para prevenir la formación de cálculos renales.
Los cálculos son pequeños bultos, “piedritas” que se forman cuando se cristalizan los productos de deshecho en nuestro sistema digestivo. El ácido cítrico de los limones ayuda a aumentar el pH de la orina, de esa manera se crea un ambiente nada favorable para la aparición de estos molestos y peligrosos bultos.
Por otro lado, la ingesta de limones y otros cítricos se han relacionado con la prevención de algunos tipos de cáncer. Heathline señala que hay estudios que han probado compuestos de limones que matan células cancerígenas. Además, han encontrado que las personas que comen la mayoría de los cítricos tienen un menor riesgo de cáncer.
En lo que respecta al sistema digestivo, el limón aporta ciertas cantidades de fibra soluble, la cual es benéfica para la salud intestinal, ya que retarda la digestión de azúcares y almidones. Lo que se puede traducir en una menor cantidad de azúcar en sangre.
Limón y ajo combinados
Ahora que ha quedado en evidencia el porqué deberías de estar consumiendo más seguido ese té de ajo con limón, queda hablar de los beneficios de ambos alimentos combinados.
Un estudio publicado en el International Journal of Preventive Medicine encontró que 20 gramos de ajo y una cucharada de jugo de limón al día redujeron significativamente los niveles de colesterol LDL y fibrinógeno.
Además, se observó una disminución en la presión arterial de los sujetos de estudio. Los expertos a cargo de la investigación concluyeron que los beneficios de estos alimentos son mayores cuando se encuentran combinados a cuando se consume solo uno de ellos.
Así que ya lo sabes, los consejos y recetas de la abuela casi siempre tienen razón. No olvides combinar el consumo de ajo y limón con una dieta equilibrada para mantenerte en un buen estado de salud.
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