Un equipo de investigadores logró captar la imagen de un impresionante y raro puma blanco en estado salvaje a través de las cámaras del Parque Nacional Serra dos Órgãos, ubicado en el estado de Río de Janeiro, en Brasil.
En la foto, tomada originalmente en 2013 pero que se viralizó recientemente, se puede ver al felino caminando en las inmediaciones de una zona natural protegida. De esta manera, se confirmó el primer caso de un puma blanco registrado en vida silvestre.
Los científicos del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) registraron al primer ejemplar que tiene una condición genética particular: leucismo. Esta es una mutación que tiñe de blanco la mayor parte del cuerpo. La singularidad está contenida en un gen regresivo que se expresa raramente.
El leucismo suele confundirse con el albinismo y, sin embargo, son dos cosas muy diferentes. Al contrario de lo que ocurre con el albinismo, los ojos de los animales que tienen leucismo mantienen la pigmentación natural de la especie. Además, no se tiene registro de que sean más sensibles a la luz del sol, ya que no carecen por completo de la melanina, que actúa como protección ante la radiación.
Nicolás Lagos, experto en vida felina, señaló que la distinción entre ambas condiciones es leve pero contundente. “La diferencia es sutil, pero radica en que en el leucismo el animal no carece por completo de la melanina, que es el pigmento que le da el color y que además lo protege de la radiación solar. O sea que los animales con leucismo no son más sensibles a la luz ultravioleta, como sí ocurre con los albinos. Además, los albinos tienen los ojos de color rojo-rosado y este no es el caso. Lo que es más interesante es que este es el primer caso del que se tiene registro de un puma con leucismo en el mundo”.
Las mutaciones genéticas de color, como el albinismo y el leucismo, son relativamente comunes entre los felinos salvajes. Sin embargo, por razones desconocidas, son excepcionales en los pumas.
Esto es particularmente importante en el caso de los pumas, ya que las tonalidades de sus pelajes varían muy poco de una especie a otra. En el caso específico del puma blanco, los biólogos del parque nacional quisieron continuar con las investigaciones pero no lo volvieron a localizar.
Aunque la falta de color en este ejemplar no está relacionada con ninguna ventaja o desventaja evolutiva, se sabe que los pumas pueden beneficiarse del camuflaje de un color más oscuro. De acuerdo con Lagos, este hallazgo es resultado de una de las tantas variaciones azarosas del juego genético en los animales salvajes.