La princesa Leonor, en solitario, se enrumbó hacia Portugal. La hija de los reyes de España sigue con paso firme su camino como heredera y, tras los premios Princesa de Girona, se embarca en su primera visita oficial al país vecino durante ocho horas.
Para la ocasión, la princesa eligió un traje que hace referencia al estilismo usado por su madre, la reina Letizia: un traje rojo de Carolina Herrera (una de las diseñadoras favoritas de su progenitora) con delicados tacones nude. Su elección ha levantado todo tipo de comentarios positivos en redes sociales, que se hacen eco de su elegancia e impecable caminar.
De esta manera, Leonor de Borbón abrió este viernes su agenda en el Monasterio de los Jerónimos, con una ofrenda floral ante la tumba del padre de las letras portuguesas Luís de Camões.
Tras aterrizar en el aeropuerto militar Figo Maduro de la capital portuguesa, fue recibida por el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, algo que no estaba previsto inicialmente en el programa, según señaló Efe.
Acompañada por el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, la princesa llegó al emblemático edificio, al que accedió por una alfombra roja para dirigirse a honrar la memoria del célebre poeta, del que este año se cumple el 500 aniversario de su nacimiento.
Se trata de un acto reservado a los jefes de Estado que visitan Portugal. Pero ante el carácter histórico de la visita de la hija mayor de Felipe VI, se ha incluido en su programa.
¿Cuál es la agenda de la princesa Leonor en Portugal?
Leonor pasó por la tumba de Camões. En el monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1983, recibieron a la princesa su directora, Margarida Donas, y el prior de Santa María de Belém, José Manuel dos Santos.
Antes de entrar, Leonor de Borbón saludó con la mano a los turistas españoles que la vitorearon desde el otro lado de la calle.
Tras la ofrenda al literato (1524-1580), la heredera al trono hizo una visita por la iglesia, que cruzó por la nave central hasta el claustro, y al término del recorrido, firmó el libro de honor.
También conoció la Gran Cruz de la Orden de Cristo. Desde el monasterio, la princesa de Asturias se trasladó escoltada por un escuadrón de caballería al Palacio de Belém, situado a poca distancia, donde Rebelo de Sousa le dio la bienvenida oficial con honores y le impuso la Gran Cruz de la Orden de Cristo, una de las más altas condecoraciones que concede la Presidencia portuguesa.
Mantendrá una reunión junto a las dos delegaciones, seguido de un almuerzo en el que la princesa pronunciará un discurso en el que realzará el simbolismo de la visita.
Según lo reseñado por Efe, la elección de Portugal como debut de la princesa en el exterior responde a los lazos históricos y a las intensas relaciones entre los dos países, así como a la estrecha amistad entre Felipe VI y Rebelo de Sousa.
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