Meghan Markle protagonizó un episodio especial junto al príncipe Harry, al volver a lucir un vestido nostálgico.
La ex actriz acudió a la entrega de los premios WellChild Award, el evento donde premian a niños que padecen graves enfermedades. Un acto al que los príncipes asisten anualmente en Londres.
Sin embargo, fue el look que eligió Meghan Markle lo que llamó la atención: provocó retroceder en el tiempo exactamente dos años atrás.
La duquesa de Sussex volvió a utilizar el vestido color verde botella entallado, sin mangas y de falda tubo con el que anunció al mundo su compromiso con Harry en noviembre del 2017.
De esta manera, la duquesa rescató aquel vestido de la marca PAROSH valuado en unos 490 euros (34.000 dólares) para asistir con elegancia al emocionante evento.
En cuanto al calzado, se subió a unos tacones clásicos color caramelo de Manolo Blahnik. Y remató con un original bolso de estreno, una pieza rígida de Montunas con forma rectangular, estampado carey y lazo estampado a modo de asas.
La diferencia con esa especial e importante oportunidad, es que esta vez acompañó la prenda en cuestión con su abrigo favorito, tipo batín, en color camel.