Lady Di fue un ícono de la moda y utilizaba sus atuendos con una elegancia que la caracterizaba. Sin embargo, la reina Isabel II no estaba muy contenta con algunas de las decisiones de su nuera, y una historia en particular que lo confirma.
La reina se sintió frustrada por uno de los momentos más creativos de Diana en su carrera real. En 1985, durante una cena de gala celebrada en el Hotel Southern Cross de Melbourne, Australia, Lady Di acaparó todas las miradas por un accesorio insólito: una diadema decorada con gemas verdes.
Las imágenes del evento, muestran a la princesa con un elegante vestido verde de satén confeccionado por los diseñadores galeses David y Elizabeth Emanuel, mientras baila con el príncipe Carlos ante la mirada de todos los presentes.
Aunque el accesorio que usaba no era una simple diadema porque, en realidad, era una reliquia de la realeza británica: un collar de esmeraldas estilo art déco que había pertenecido a la reina María y que Isabel II le había regalado a Diana cuando se unió a la familia real.
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A la reina no le importó que Lady Di mostrara el collar sino que se molestó por la forma en que la princesa lo usó esa noche. La monarca se enojó porque Diana llevó puesta una de sus joyas preferidas como una diadema en lugar de hacerlo como una gargantilla.
«Lo que Diana llevaba puesto mientras bailaba en los brazos de su esposo era en realidad un collar que formaba parte de las Joyas de la Corona y que le había regalado la propia reina Isabel II. Era una pieza que le gustaba mucho a la reina pero decidió entregarla a Diana como regalo de bodas. De acuerdo con las fuentes cercanas a Su Majestad, después de haber visto lo que hizo, la reina se irritó mucho», dijo la experta en realeza Debora Attanasio en una entrevista a la publicación Marie Claire.
Sin embargo, no fue idea de Lady Di usar la gargantilla de esa manera y la inspiración surgió por accidente. En su libro The Royals, la biógrafa real Kitty Kelley contó que en realidad, la princesa tenía mucha prisa e intentó ponerse el collar por la cabeza pero la pieza se trabó. Fue el diplomático canadiense Victor Chapman quien la convenció de usarla como tocado.
«Diana tomó el collar y se lo puso sobre la cabeza en lugar de esperar a que lo abrocharan alrededor del cuello. No pudo pasárselo por el puente de la nariz. Chapman le dijo que lo dejara ahí porque lucía joven y divertido, igual que ella«, escribió Kelley.
Y Diana lo hizo, dejó el collar en su frente como un tocado. Además, según se puede ver en las imágenes, el príncipe Carlos parecía estar conforme con la apariencia de su esposa. Las fotos de ellos dos bailando en el evento, son algunas de las instantáneas más felices que se conocen de la pareja juntos.