Ernesto de Hannover se enfrenta a su propio hijo ante la Justicia. Según los medios alemanes, el jefe de la casa de Hannover, blanco de críticas en el pasado por sus ataques de ira y conflictos con la policía, demandó a su hijo Ernesto Augusto Jr y le exigió la devolución del castillo de Marienburg, valuado en más de 5 millones de euros, además de otras propiedades.
Según la información del diario Bunte, el motivo del príncipe es que su hijo lo destituyó como miembro de la junta de Welfenstiftung en Liechtenstein, que administra la propiedad austriaca de la familia. Los abogados de Hannover aseguran que su heredero de 37 años ha “violado gravemente los derechos, intereses legales e intereses del demandante”.
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Padre vs hijo. La casa de Hannover está enfrentada por el patrimonio familiar
Ernesto Augusto Jr, quien intentó vender el castillo en cuestión al estado de Baja Sajonia por el precio simbólico de 1 euro (venta que fue paralizada por su padre), habría negado todas las acusaciones.
De acuerdo con el medio alemán, más allá del castillo que le fue cedido en calidad de herencia preliminar en 2004, Ernesto de Hannover acusa a su hijo de adueñarse de otras propiedades de la zona, como la finca Calenberg y la Casa del Príncipe de Herrenhausen en Hannover, así como de “obras de arte, carruajes y colecciones de museos”. El hombre de 66 años está representado por la firma de abogados Bub, Memminger & Partner, basada en Berlín.
La demanda fue presentada la semana pasada. Ahora, Ernesto hijo tiene dos semanas para contestarla ante el tribunal.
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El castillo de Marienburg está en el centro de la disputa familiar | Foto Getty Images
Consultado por Bunte, el heredero comentó: “La demanda es insustancial y las acusaciones que contiene son falsas. Por favor, comprenda que no quiero dar más detalles por consideración a mi familia, también para proteger a mi padre. Al mismo tiempo, es importante para mí subrayar lo siguiente: cualquier preocupación sobre el futuro del castillo de Marienburg sería completamente infundada. La situación jurídica en este sentido siempre ha sido clara y sigue siéndolo. La solución encontrada con el estado de Baja Sajonia es legalmente segura. Nada se interpone en el camino de la preservación a largo plazo de Marienburg, como el monumento cultural central de Baja Sajonia, que seguirá siendo accesible al público”.