Nunca imaginó que aquella pequeña fuente que instalara en 2015 en el jardín de su casa le ofrecería tantas visitas inesperadas. Lechuzas, búhos, ardillas, pavos, halcones de cola roja, zorros, mapaches y pájaros de hermosos colores pronto comenzaron a aparecer cada vez con más frecuencia entre los arbustos y las áreas verdes del parque.
“Nunca pensé en Los Ángeles como un lugar donde la vida silvestre pudiera prosperar. Compramos una fuente en la Navidad de 2015 y la puse en el jardín de casa. Mientras leía acerca de cómo hacer de nuestro jardín un ambiente más acogedor, llegamos a comprender que toda la vida (pájaros, plantas, abejas, lagartos) necesita agua. A las pocas horas de haber colocado la fuente, aparecieron dos seres que cambiarían nuestras vidas para siempre. Eran enormes, y al principio intimidantes, con una envergadura de metro y medio y plumas de tonos azules, morados y negros. Estos dos agradecían la oportunidad de tener agua fresca y, todos los días, aparecían. Técnicamente, se les conoce como cuervos comunes. Los llamamos James y Margaret. Llevan el nombre de James Baldwin, el poeta, y Margaret Mead, la antropóloga, en honor a una conversación histórica que tuvieron una vez sobre la necesidad de entendernos unos a otros sin importar nuestros orígenes o identidades”, detalla Lou Anne Brickhouse, la dueña de la casa.
Fue el primero que se acercó a investigar
Aunque no es experta en animales silvestres pero estaba al tanto de la capacidad de los cuervos por recordar rostros humanos, el comportamiento inusual del cuervo al que había bautizado con el nombre de James la sorprendió por completo. Dentro del grupo de las aves, los cuervos se destacan por su cognición. De hecho, se los suele comparar en la resolución de problemas con niños de entre cinco y siete años.
Este tipo de aves son estudiosas de los movimientos que hace el humano y saben interpretar sus acciones. El timbre de voz, el trato que se les da, la manera en que las personas se desplazan, todo es materia de interpretación por los cuervos. Efectivamente, ante un objeto nuevo dentro de su hábitat, pocos minutos después de que la mujer instalara la fuente, James fue el primero que se acercó para investigar de qué se trataba. Se ubicó primero a unos metros de distancia y observó con atención desde la copa de un árbol. Minutos más tarde, ya estaba disfrutando del agua fresca y segundos después invitó a su pareja Margaret al espacio. Desde entonces, la pareja de cuervos ha pasado por la casa de Brickhouse casi todos los días.
Brickhouse, amante y estudiosa de la vida silvestre, llenaba tazones de comida con algunos de los bocadillos favoritos de James, como frutas y semillas, que normalmente comería en la naturaleza. El pájaro disfrutaba de sus delicias y a veces se las llevaba a Margaret durante la temporada de apareamiento, pero parecía tener sus ojos puestos en algo diferente.
“No estoy segura de cómo lo supo”
Sin embargo, una tarde Brickhouse comenzó a advertir un nuevo comportamiento que llamó su atención. Cada vez que la mujer preparaba un sándwich de queso asado, James siempre aparecía en la ventana momentos después. “No estoy segura de cómo supo inicialmente lo que era un sándwich de queso asado, pero he aprendido a nunca subestimar su sabiduría de vida”.
Un poco reacia a la idea de darle alimentos ultraprocesados, cuando Brickhouse finalmente convidó a James un pequeño bocado del queso asado, el pájaro quedó enganchado al instante. Brickhouse continuó sirviendo frutas y semillas a James, pero nunca se mostraba tan entusiasmado con ellas como cuando sabía que la mujer estaba por comer su sándwich de queso asado.
“Si me ve comiendo, me acecha por el jardín o mira fijamente por la ventana de la cocina. Normalmente le ofrezco a James sólo alimentos que encontraría en la naturaleza. Pero con el sándwich de queso asado hago una excepción”.
A James no hay nada que le guste más que devorar una pequeña porción de queso asado, pero la deliciosa oferta de Brickhouse no solo lo beneficia a él. Durante la temporada de apareamiento, James siempre guarda un pedazo para su amada, Margaret.
“Tiene una personalidad encantadora”
“Él es responsable de toda la alimentación e hidratación de Margaret mientras ella cría sus huevos. Cuando le doy un pedacito de sándwich, James toma el trozo de pan, lo remoja en la fuente hasta que esté empapado y luego vuela para llevárselo a Margaret”.
Después de llevarle la cena a su novia, James generalmente se acomoda para disfrutar de una agradable noche de sueño y luego se dirige directamente a casa de Brickhouse por la mañana para desayunar. De todas las casas que pudo visitar con comederos para pájaros, sólo una tiene sus sándwiches favoritos.
La relación de James y Margaret es asombrosa. Los cuervos se aparean de por vida. Brickhouse es testigo todos los días de demostraciones de amor, respeto y colaboración. “James es guapo, sociable y está completamente enamorado de su compañera de toda la vida, Margaret, a quien siempre saluda con una reverencia. James se toma muy en serio la tarea de cuidar el hábitat y su nidada anual de bebés bulliciosos, pero se relaja acicalándose las plumas y examinando sus patas, probando nuevos alimentos. Tiene una personalidad encantadora”.