Un extraño hallazgo en las playas de Keppel Sands, en Australia, conmocionaron a los usuarios en Internet. En ellas se puede apreciar un esqueleto de una extraña criatura que muchos han clasificado como una “sirena”.
Los restos fueron hallados por una mujer identificada como Bobbi-Lee Oates, quien se encontraba caminando por la arena cuando observó los restos óseos.
En medio de su confusión por el esqueleto, la mujer sacó una serie de fotografías que subió a sus redes sociales para que las personas la ayudaran a descifrar de qué se trataba.
En las imágenes se observa una estructura ósea, delgada y con una médula espinal larga. “Tenía exactamente la forma de una sirena, pero peluda, porque parecía tener una cola o una extremidad de algún tipo”, señaló Oates.
En las redes sociales las personas destacaron que estos restos óseos sí tenían características humanas, mientras que otros sugirieron que se podía tratar de un animal como una ballena o delfín.
¿Qué dicen los expertos sobre el hallazgo?
Bob Deaville, gerente de proyecto del Programa de Investigaciones de Varamientos de Cetáceos en la Sociedad Zoológica de Londres, analizó las imágenes y determinó que estos restos podrían pertenecer a un pequeño cetáceo.
Sin embargo, al desconocer las especies de esta área, reiteró que se debían analizar a detalle. “Esperaba que alguien comentara diciendo de qué se trataba, pero los comentarios fueron muy diferentes”, puntualizó.
De todas formas, vale aclarar, no es la primera vez que un hallazgo de este tipo pone la lupa sobre la posible existencia de criaturas mitológicas. En Japón fue atrapada, aparentemente entre 1736 y 1741, los restos de lo que sería una sirena momificada.
Atrapada en el Océano Pacífico frente a la isla nipona de Shikoku hace más de tres siglos, ahora se encuentra en el templo de Enjuin en la ciudad de Asakuchi. “Estos especímenes tienen una leyenda de inmortalidad”, comentó Hiroshi Kinoshita, el impulsor del proyecto al New York Post.
Hiroshi Kinoshita, líder del proyecto y miembro de la Sociedad Folclórica de Okayama, comentó que la extraña criatura podría tener un significado religioso dada su relación con la inmortalidad: “Se dice que si comes la carne de una sirena, nunca morirás”. Asimismo, expresó que existe una leyenda en muchas partes de Japón que relata el caso de una mujer que comió por accidente la carne de un ejemplar de ese mítico personaje y vivió 800 años.