A punto de finalizar su temporada el caimito despierta interés entre los comensales de Café Arábica desde que Diana Peñaloza, responsable del menú dulce del local, lo ofrece en tartaleta. “Su sabor dulce complementa al de la crema pastelera que exige esta preparación”, explica la pastelera, antes de aclarar que no prepara más de tres al día pues la pulpa de esta fruta se oxida rápidamente y la tartaleta pierde atractivo.
El caimito es fruto poco usual en los mercados caraqueños, pero sí se ofrece en el chino de El Bosque, adonde llega procedente de la localidad larense de Humocaro Alto.