Bebemos más sangría que vino, al menos eso dicen los estudios de mercadeo. Mientras el mercado de vino ha descendido a menos de 800.000 cajas anuales, el de sangría está por el 1.8 millones. Originalmente en España se preparaba al instante mezclando vino tinto a granel con frutas, azúcar y alguna bebida gaseosa. Cuando se hace con vino blanco la llaman clarea. En épocas de calor es atractiva, refrescante y popular, sobre todo por cuestiones de precio. Viendo oportunidades de negocios, algunos productores comenzaron a vender sangría ya preparada, en envases de gran tamaño a un costo menor que un buen vino. En la Unión Europea solo reconocen la palabra sangría a la procedente de España y Portugal. Siempre ha sido considerada una bebida económica dirigida a sectores de bajos ingresos que no pueden acceder a segmentos superiores. Pero hay nuevas ideas y algunos audaces apuestan por competir en las ligas mayores. Llegó una nueva sangría Lolea que, cuando la vean, se van a sorprender por su presentación en botella de vino espumoso, con tapa desprendible, y lo colorido de su presentación, en la que se destacan las enormes burbujas que recuerdan las pañoletas de la mujeres cuando van a los toros. En boca el producto es muy agradable, bien logrado, chispeante y seductor.
Viene en tres presentaciones identificadas con números: la 1 es tinta de tempranillo y cabernet, la 2 es blanca de macabeo y chardonnay y la 3 también blanca con agregado de manzana verde y sauco. Si hace calor, bienvenida sea.
Precio: Medio
Distribuye: ENTRE SIBARITAS C.A.
Telf.: (0212) 991 6668