En su elaboración se utilizan dos tipos de lúpulo. Uno le aporta aroma a pino, el otro a cítricos, de allí el aroma afrutado de la Indian Pale Ale de Solera, explicó Carsten Zufall en la presentación de la cerveza. “Es el doble de amarga que la Solera tradicional pero el cuerpo que la caracteriza impide que se sienta de esta manera”, advierte el maestro cervecero, gerente corporativo de tecnología e innovación de Cervecería Polar.
La presentación se hizo en el restaurante Alto, en Caracas, y la cerveza se ofreció como armonía de un menú elaborado por el cocinero Mauricio Morales, que comenzó con una crema de calabacín como aperitivo y se compuso de cordero con vinagreta, curry y teja de maíz, repollo con cebolla, mojito criollo y praliné de merey, y cochinillo con puré de cambur y pesto de ají verde, cilantro y perejil.
Zufall recomienda descubrir la armonía más adecuada a partir de los sabores favoritos de cada quien antes de recordar que estas cervezas se desarrollaron en Inglaterra a finales del siglo XVIII con características que les permitían resistir los largos viajes en barco hasta la India, fundamentalmente más alcohol y más lúpulo.