GASTRONOMÍA

El estreno del ron de colección

por Avatar EL NACIONAL WEB

Carmen de Bastidas presenta los rones que logra con cariño maternal: “Son como mis hijos añejos”. La maestra ronera de Ron Carúpano, la única mujer que por lo pronto lleva ese título en el país, puede preciarse de los logros de su prole destilada. En el más reciente Congreso Internacional del Ron, en Madrid, celebrado a finales de mayo, varios de las bebidas de la casa merecieron reconocimientos: Carúpano Legendario obtuvo doble medalla de oro, X0 una de plata y Carúpano 12 años una de bronce.

Recientemente presentaron una nueva creación que proponen en la categoría de rones de colección, junto a Legendario y X0. Allí ahora entra Zafra 1991, nacido del hallazgo de rones madurados desde esa fecha que mostraron en su evolución atributos especiales. “En 2001, cuando abrimos las barricas añejadas desde 1991 nos dimos cuenta de que tenían un extraordinario bouquet”, afirma Bastidas, quien comparte los esmeros que vinieron después. Esos rones sirvieron de base para otra mezcla, que se añejó en barricas tratadas especialmente con nuevos tostados, para obtener el Zafra: una edición limitada de la que ofrecen 5000 botellas al año mientras dure la existencia, y las primeras 600 están firmadas por la maestra ronera.

“El resultado es maravilloso y rompe paradigmas. Tiene una personalidad diferenciada,  carácter afrutado, notas a almendras. En boca es meloso, con sabores a miel. Es muy noble y no te golpean los alcoholes. Es fuerte pero suave y generoso a la vez”, lo presenta Bastidas, que es parte de Carúpano desde enero de 1990.  Allí asume la responsabilidad de lograr las mezclas de esta marca, acunada en la hacienda Altamira por manos familiares que se precian de sus 250 años de historia en el valle de Macarapana, en Carúpano, cerca del mar de Paria y junto a la fertilidad de sus montañas.  Por ello estos rones tiene una particularidad adicional: “La nota salina está en todos los rones Carúpano. Estamos a nivel del mar. Somos únicos en eso”. Obviamente Zafra 1991 es una bebida para disfrutar cómo lo amerita su complejidad: en una copa balón, sin más añadidos que un cubo de hielo. Es una apuesta que se suma a los añejos más encumbrados del país para demostrar la complejidad posible en los rones de Venezuela.

Fotografía: Gustavo Bandres @Gustavobandres