Las especias tienen una historia interesante. Al igual que las hierbas, no solo se han usado para dar sabor a la comida sino también de manera medicinal.
La revista de gastronomía Cocina y Vino recordó que las especias se utilizaban para disfrazar la putrefacción en los tiempos anteriores al enlatado, la deshidratación y el congelado. «Eso se daba debido a que algunas especias contienen aceites esenciales que resultan tóxicos para los microorganismos o inhiben su desarrollo».
El medio detalló que otras, por su actividad antimicrobiana, se usaron para combatir desarreglos intestinales. Indicó que estos remedios iban pasando de generación en generación. Los aceites de algunas especias también se usan en perfumería y cosmética.
«Aunque su valor nutricional es escaso y se usan solo en pequeñas cantidades, su papel no debe considerarse insignificante. Deben usarse con prudencia porque algunas de ellas son tóxicas en su uso interno y externo». Así lo reseña Cocina y Vino.
Aquí algunas de las especias y sus beneficios:
Canela: Es un estimulante, tónico y un antiséptico. Anima al organismo y combate la fatiga y decaimiento que acompaña la gripe y otras infecciones virales. «Su componente más importante es el aceite volátil cina-maldehído, que tiene efecto sedante, analgésico y ayuda a bajar la tensión sanguínea. La canela también favorece la digestión, controla las náuseas y la diarrea».
Anís: Su aroma y virtudes proceden de sus aceites esenciales anetol y estragol. Las semillas combaten la tos seca y disuelven las mucosidades. La infusión de semillas alivia la flatulencia, abre el apetito y favorece la digestión.
Semillas de mostaza: Contienen sinigrina, que se convierte en isociocinato de alilo, que da a la mostaza su sabor, olor y cualidades antiinflamatorias. La mayor parte de su uso medicinal moderno es externo. «Aunque la mostaza es un diurético y emético (induce el vómito)».
Nuez moscada: «Tiene un componente importante llamado miristicina, que ejerce un potente efecto sobre el cerebro. Estimula el apetito y es una medicina contra las intoxicaciones alimentarias, la diarrea y las náuseas. Es usada también para el insomnio y la tos». Así lo asegura Cocina y Vino.