Se celebra la apertura de nuevos lugares para comer en Caracas y la tendencia a utilizar en ellos conceptos sencillos con platos familiares. En julio de 2017, Ana María Fanianos, Yenifer Gaggia y Maximiliano París decidieron transformar un pequeño local de la urbanización El Rosal, Caracas, en un restaurante para la zona. Pensaron en un plato que despertara reminiscencias en muchos y la milanesa llegó como respuesta. “¿A qué venezolano no le gusta? Es como la pasta o la pizza”, afirma París, que años atrás fue socio del restaurante Positano, en Las Mercedes.
París junto a Fanianos, cocinera de formación, y Gaggia, abogado de profesión, se iniciaron como un servicio de catering y más tarde el lugar se transformó en Esquina La Milanesa. Luego de siete meses, ese local breve, en el que pueden recibir hasta 40 comensales, se convierte al mediodía en un concurrido restaurante, donde los que trabajan en oficinas cercanas pueden elegir entre 15 variantes de milanesas –hechas con carne res, cerdo o pollo-. Allí las proponen con distintos bautismos y toppings: una Lozana con boconcini, rúgula y tomates confitados, o una más contundente coronada con cebolla caramelizada, tocineta y un huevo frito. Las sirven con un mezclum de lechugas y con opciones de acompañamientos, como ñoquis de plátano en queso brie.
En la carta también sumaron entradas y hamburguesas, en las mañanas tienen desayunos, comenzaron a abrir los sábados para quienes deseaban acudir con la familia y en la propuesta se precian de incluir ingredientes importados, como el cheddar o el emmental que aprovechan en algunas recetas. “En una buena milanesa se cuida el corte de la carne, el aceite donde se fríe y algo muy importante: el pan rallado del empanado. El que venden listo varía en sabor. Por ello procuramos hacerlo aquí, siempre con el mismo tipo de pan”, comparte París, quien tiene una certeza: “El venezolano goza de un paladar exigente y le gusta la buena mesa. No podemos ser conformistas”. En la capital, otro local llamado Milanesa Caracas apuesta también por ese plato, pero son dueños e iniciativas distintas.
Fotografía Gustavo Bandres @gustavobandres
Esquina La Milanesa está en Centro Sudamérica, Av. Tamanaco, El Rosal
En Instagram: esquinalamilanesa
Helados que saben a memorias
Detrás de un buen helado puede haber laboriosas historias de empeño. Los hermanos Pedro y Ramón Dahdah, artífices de Fragolate, en el Metrocenter del centro de Caracas, han sido constantes en crear propuestas que se enlazan con gustos de arraigo venezolano. Luego de ingeniar sabores amazónicos, entraron en la categoría que bautizaron Sabores nuestros, en los que acaban de estrenar cuatro productos con buen anecdotario: bienmesabe, torta bejarana, jalea de mango y conserva de coco.
Lograrlos ameritó aprender y desarrollar esas recetas, para luego transformarlas en helados con el apoyo del periodista Rubén Darío Rojas, quien fuera profesor de cocina en la Academia de Artes Culinarias (ACC). “Recreamos las recetas tradicionales. El bienmesabe original no llevaba suspiro y en eso nos basamos”, cuentan. En ese postre aprovecharon la receta del bizcocho de la abuela de Rojas. Para la torta bejarana recrearon la receta de Mi Cocina de don Armando Scannone y consiguieron que los emprendedores de Fours Hands Cookings les hicieran el extinto pan de horno con maíz cariaco, que compran en el mercado de Chacao. El helado de conserva surgió felizmente casi de manera fortuita, después de ver unas fotografías que los impulsaron a probar la combinación de coco con melado de papelón. El de jalea de mango amerita que lo elaboren con la paciencia que requiere esa conserva, para luego transformarla en helado. Los sabores los van alternando en la tienda y en el servicio a domicilio, pero aprovechan la cuenta de Instagram para avisar cuáles tienen disponibles cada día.
*Fragolate está en el centro comercial Metrocenter, en Capitolio, Caracas. En Instagram: @fragolatehelados. Para el delivery y el carrito se puede contactar a través de envios@fragolate.com