¿Es posible cultivar café en Florida? Esta simple pregunta es el punto de partida de un proyecto con cafetales experimentales en varias zonas del estado.
En caso de que prosperen, se ocupará de mejorar genéticamente las variedades más convenientes con ayuda de inteligencia artificial (AI).
Patricio Muñoz, profesor asociado del Departamento de Ciencias Hortícolas de la Universidad de Florida (UF), habló con EFE de un proyecto científico que a largo plazo podría hacer de este estado sureño un productor de café.
«Estamos plantando en cinco lugares y condiciones distintas: en el sur, en el centro, en el centro-norte, en macetas. En sistemas con condiciones protegidas como un invernadero. Hemos estudiado las condiciones mínimas necesarias y muchas se cumplen en Florida», dice Muñoz, colaborador de Felipe Ferrao, el investigador principal.
Todo empezó hace más de un año, con el cultivo de alrededor de 150 plantas de café en un invernadero en el campus de UF en Gainesville, en el norte de Florida.
Esas plantas jóvenes son las que ahora se van a exponer a los elementos de Florida para responder a la pregunta básica de la investigación.
Según IFAS, aunque la producción de café está centrada en zonas tropicales del mundo, la crisis climática puede haber hecho que Florida, que está más al norte, sea una tierra propicia para este cultivo.
¿Tendrá calidad un futuro café de Florida?
«Tenemos la experiencia de laboratorio para un mejoramiento genético completo de diferentes variedades de café y UF tiene en marcha una iniciativa de inteligencia artificial», dijo.
«Si lo juntamos con nuestro acceso a la supercomputadora HiPerGator. Podemos llevar la delantera en mejorar la producción y el sabor del café», dice Felipe Ferrao en un artículo publicado en la web de la universidad.
Las semillas plantadas son de las variedades Arábiga y Robusta y provienen de la empresa Puerto Rico Coffee Roasters. Porque en la isla caribeña asociada a EE UU se cultiva café con éxito.
«Deberíamos ver algún nivel de éxito o fracaso en cada campo para fines de este año. Después la tarea será comprender el comportamiento de la planta en estas nuevas condiciones. El sabor de lo que podemos cultivar aquí y finalmente, quizás lo más importante, si puede ser rentable como cultivo», dijo Ferrao.
Muñoz indica que cuentan por adelantado con los datos obtenidos por otros investigadores que han cultivado antes plantas de café a nivel experimental en Florida. Todos con distintos niveles de éxito.
Si los resultados de la primera fase son positivos se iniciará el mejoramiento genético para desarrollar variedades que se adapten perfectamente a las condiciones de Florida.
Cuando se le pregunta por la calidad del café que se podría producir en Florida, el especialista señala que todavía es muy temprano para responder a esa pregunta.
Sin embargo, subraya que definir qué es un café de «calidad» es «una de las partes más difíciles en la cadena de producción».
«Depende de muchos factores, incluyendo la especie, la variedad, las condiciones ambientales, el transporte, la post-cosecha, el método de preparación, el tostado, etc.», señala.
Sabor mejorado con AI
En IFAS Ferrao dirige a la vez otro proyecto que usa la inteligencia artificial para «predecir y comprender las preferencias de sabor» en el café. Los resultados podrían ser útiles para la otra investigación.
Se trata de identificar los componentes químicos del tipo de café que es considerado de buen sabor por un panel de degustadores, que son fotografiados automáticamente mientras prueban las diferentes variedades frente a una computadora.
Esas fotografías son enviadas directamente a la supercomputadora HiPerGator que analiza con AI las expresiones faciales para «intentar entender los atributos químicos y genéticos. Que llevan a los consumidores a elegir una variedad ente otras».
A una pregunta sobre las razones que han hecho necesario que los científicos tengan que mejorar el sabor natural de algunas frutas y verduras.
El especialista indicó que obedece a que el mejoramiento genético se centró al principio en hacer que esos alimentos pudieran durar más y ser transportados a lugares más lejanos.
«En muchos casos, esto se hizo en desmedro del sabor de las frutas y verduras. Uno de los casos clásicos que se utiliza como ejemplo es el del tomate», señala.
Sin embargo, ahora «con nuevas tecnologías, mas conocimiento y métodos más avanzados, se ha logrado recuperar mucha de la gama de sabores que existen naturalmente en frutas y verduras, a veces recurriendo a especies silvestres», explica.