PORTILLO MALBEC 2013
Distribuye: Casa Oliveira
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Los argentinos han hecho del malbec su vino bandera. Es, por muchas buenas razones, el caballito de batalla para entrar en mercados competitivos. Incluso, crearon el Día Mundial del Malbec, que se celebra cada 17 de abril. A mi juicio, están cometiendo el mismo error de los franceses de la región de Beaujolais, que por años se ocuparon solo del beaujolais nouveaux, un vino extremadamente joven y de vida corta, alegre en su primer momento, que luego se torna intrascendente, y se olvidaron de los buenos vinos que se producen en las cercanías de Lyon. Obviamente la estrategia surge de los gerentes de mercadeo, no de los enólogos. El riesgo con el monopolio del malbec como vino argentino tiene sus aristas. Se corre el peligro de olvidar otras cepas, especialmente tintas, como bonarda, merlot, sangiovese o cabernet, de las que se obtienen excelentes ejemplares. Luego está el problema de la fecha. Insistir solo en un día para brindar con el mismo vino, no le deja opciones para el resto del año. En rigor, los argentinos tienen buenos tintos -incluido el malbec- para beber todo el año, no solo en abril. Uno de ellos, por ejemplo, es este Portillo Malbec 2013, producido en la zona del valle de Uco por la misma gente de Bodegas Salentein, garantía de calidad a toda prueba. Un vino de perfecto equilibro donde la fruta permanece y los taninos se suavizan con los años, que se reflejan en un prolongado final, amable y sonriente. Está en su punto y hay que aprovecharlo.
