José Vicente Franceschi lleva en los genes una arraigada historia del cacao. Hablar con él es encontrarse con el saber enciclopédico de quien ha escudriñado el anecdotario de este fruto que también es hilo conductor en su familia. Su tatarabuelo Vincent creó la Casa Franceschi en 1830, una de las pocas empresas familiares que se precia de sumar dos siglos en el país. Quinta generación de una familia dedicada al cacao, José Vicente y sus hermanos rescataron cacaos criollos —los más insignes— que ahora multiplican en su bicentenaria siembra en Paria. La sexta generación de la familia, encarnada en Claudia Franceschi, se encarga de transformar esos cacaos en chocolates hechos desde el grano.
Con ese anecdotario no es casual que Vicente Franceschi se haya dedicado al estudio de las historias tras el cacao, aunque formalmente estudió administración. “Desde pequeño me interesaba saber cómo era la vida de mis abuelos. Luego me dediqué a estudiar historia, en especial la del cacao. Mucha gente al oírme me invitaba a escribir”. Decidió hacerlo. Al final reunió varios escritos, les dio respaldo y los transformó en un libro bautizado El cacao en la vida venezolana y el mundo que estrenó recientemente en algunas librerías. Aspira a bautizarlo en junio.
En su libro se pasea por la historia general del cacao, cómo el chocolate pasó de ser líquido y aristocrático a alcanzar un consumo masivo, recorre las regiones productoras del cacao en el país y se acerca a las posibilidades en el presente. Desde esa mirada con arraigo tiene varias propuestas de futuro: “Es necesario hacer rentable el cacao venezolano de alta calidad. Pero hay que tener criterio para mantener ese patrimonio que viene desde la Colonia”. Conservar la calidad de los cacaos de este terruño es clave en ese propósito. “Venezuela es un nombre con historia en el mundo del cacao que está desde que comenzó su comercio. Ese nombre hay que cuidarlo. La historia vende, pero si están respaldada por la verdad y la calidad”.
*El cacao en la vida venezolana y el mundo se consigue en librerías como Tecni-ciencia, Lugar Común, en Caracas, y en @saboresdeaca en Instagram