Faldas cortas, botas altas y chaquetas anchas. Así entiende la firma Saint Laurent las tendencias para próxima primavera-verano 2020, vistas por su director creativo Anthony Vaccarello, que se prometió a sí mismo huir del “puritanismo” de la época.
Y había razones para defenderse, porque desde que el belga llegó a la “maison”, sus atrevidos diseños fueron a menudo tachados de sexistas.
Vaccarello, que combatió las críticas esta semana en una entrevista al semanario francés Le Journal du Dimanche, volvió a imponer su estilo: pantalones exageradamente minis, faldas cortísimas, hombros triangulares, cuero y lentejuelas.
“Es demasiado corto, demasiado transparente. Odio este nuevo puritanismo que lo juzga todo. Me niego a seguir las cuotas que cuentan el número de personas de color en los desfiles. El problema del racismo, al igual que el de la misoginia, está en el ojo del otro, no en el mío”, dijo el estilista.
Vivimos en un ambiente “de caza de brujas”, señaló el creador. Este, a falta de hechiceras, convirtió a sus modelos en piratas, con pañuelos brillantes en la cabeza, bermudas vaqueras, camisa blanca abierta dejando ver una buena cantidad de collares y un accesorio quizás menos digno de un capitán pata de palo, finísimos tacones de aguja.
Bajo la lluvia
En esta jornada de la semana de la moda parisiense a Saint Laurent le tocó combatir el comienzo del otoño. El desfile, previsto en un espacio a la intemperie y ante la iluminada Torre Eiffel, se vio afectado por el viento y las lluvias.
Nada que desmotivara a la larga lista de famosos que acudieron a la cita como la modelo Cindy Crawford, la cantante Charlotte Gainsbourg, la cantante Zoe Kravitz y su pareja, el actor Karl Glusman, la actriz Catherine Deneuve, musa eterna de la firma, la princesa Carlota Casiraghi y Rami Malek, que vive un gran momento desde que interpretara al cantante Freddy Mercury en la película Bohemian Rhapsody.
Pasada la lluvia, las modelos salieron a la pasarela con una colección particularmente bohemia, setentosa, homenaje al creador Yves Saint-Laurent.
Es la visión “Rive Gauche”, de acuerdo a Vaccarello, la orilla sur de París en la que el fundador de la firma creó su imperio. “Es una forma de ver la ropa muy ‘Rive Gauche’, una combinación de los códigos icónicos. Saint Laurent es tanto de actitud como de espectáculo”, declaró el belga tras el desfile.
A la primera parte de vestidos bordados, cortes fluidos y prendas vaporosas siguió una línea de chaquetas de lentejuelas, pañuelos de seda al cuello y vestidos mini cortísimos, con escotes pronunciados y originales y monos ajustados.
Modelos cuarentonas
Y de la sexualidad sin pudor de Saint Laurent a las líneas deportivas de Dawei, firma creada por el ex creador de Cacharel Dawei Sun.
La colección se dividió en dos. Una de prendas de punto con faldas largas ajustadas hasta los pies y cortes asimétricos. Y otra de patronaje, con gabardinas desestructuradas que dejan ver los brazos o la espalda.
Además de la selección de modelos, que en su mayoría superaban los 40 años, incluyendo una mujer embarazada con una apretada combinación de punto, destacó la elección textil de Dawei.
“La inspiración vino de Egipto. Es el Egipto que hay en mi cabeza, quizás no tiene nada que ver con el real, pero es como yo lo veo”, explicó el modista tras el desfile.
Fino como una gasa, el diseñador eligió un plástico similar al utilizado en invernaderos o bolsas reutilizables para construir mangas voluminosas, faldas transparentes o gabardinas en raya diplomática.