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Exámenes de inglés: ¿cuáles son los errores más comunes y cómo evitarlos?

por Avatar The Conversation

Certificar nuestro nivel de inglés es imprescindible para navegar con éxito este mundo globalizado en que el inglés se ha convertido en lengua franca. Minimizar los errores comunes puede ser la diferencia entre conseguir nuestras metas o quedarnos con la asignatura pendiente.

Cuando pensamos en errores en exámenes de inglés solemos fijarnos en la gramática: tiempos verbales, pronombres, condicionales. A menudo es la propia experiencia escolar la que nos ha llevado a este esquema. Sin embargo, los errores más fundamentales que podemos cometer son de planteamiento y de planificación.

En un artículo anterior ya hablamos de la importancia de entender exactamente lo que se están evaluando, que es nada menos que nuestra capacidad del uso del inglés en un contexto comunicativo. Además, el marco común europeo nos indica concretamente lo que nos espera en cada nivel.

Leer a fondo y planificar, consejos para evitar los errores en los exámenes de inglés

¿Qué errores de planteamiento podemos cometer en exámenes de inglés? En primer lugar, ¡no leer bien la pregunta! Cada pregunta del examen está hecha para medir algo concreto dentro del marco general de la capacidad comunicativa. Pausar y reflexionar antes de contestar es tiempo muy bien empleado.

En segundo lugar, debemos planificar nuestra respuesta. Así evitamos el error más fundamental, que es traducir literalmente del español, algo inevitable si intentamos llevar de manera espontánea lo que está en nuestro cerebro al papel. Siempre debemos pausar, reflexionar, y hacer un esquema. Esto no supone una pérdida de tiempo. Al contrario, es clave para poder superar el examen. Si planificamos la respuesta será mucho más fácil buscar en nuestros conocimientos cómo expresarla en inglés.

Armarnos con frases hechas

También tenemos que hacernos las siguientes preguntas: ¿qué queremos expresar? ¿Qué estructuras en inglés podemos emplear para llevarlo a cabo? Para ello debemos ir armados de frases hechas para describir, opinar, sugerir, pedir y expresar acuerdo y desacuerdo.

Se trata del mismo proceso que en el examen oral. En todos los niveles podemos recurrir a estas frases valiosas sin conocer a fondo la gramática que hay detrás de ellas.

Errores estructurales

Después de este proceso de pausa y reflexión podemos ya pensar en evitar los errores estructurales. El nivel del examen y las descripciones del marco común nos indican qué estructuras gramaticales debemos dominar, pero hay algunos errores estructurales que son comunes.

Para expresar el pasado, por ejemplo, el present perfect y el past simple no son equivalentes al pretérito perfecto y el pretérito perfecto compuesto en castellano. Los usos en inglés no son muy complejos, pero debemos conocerlos y desconfiar mucho cuando nos encontramos usándolos como traducciones literales.

Lo mismo ocurre con otras estructuras fundamentales, como pueden ser las oraciones condicionales. Por ejemplo, para expresar un condicional en inglés simplemente hay que aprender el formulario: if + present simple + will para first conditional (acciones posibles o probables) o if + past simple + would (acciones hipoteticas):

If I go to Paris, I will visit the Louvre.

If I lived in China I would learn Chinese.

Las preposiciones: un campo de minas

Entre los errores más frecuentes en los exámenes de inglés, nos encontramos con viejos enemigos como las preposiciones y los artículos. Estos no son equivalentes a los del español y si los tratamos así, el inglés resultante estará llenos de errores pequeños, pero acumulativos.

Así, “we wake up in the morning, have lunch in the afternoon, and go to bed at night”. O “we meet in the street, but at the airport, and on the corner”.

Se trata de un verdadero campo de minas, por lo que la solución es aprender qué preposiciones de lugar y tiempo, y con qué verbos, se usan en inglés. Asimismo, debemos conocer las normas básicas del uso de artículos. Puede que no acertemos siempre, pero el nivel de aciertos aumentará mucho más si evitamos las traducciones del español.

Cuidado con los falsos amigos

El planteamiento es el mismo con el vocabulario. Debemos desconfiar de los falsos amigos, las palabras que nos parecen parecidas en español, como por ejemplo actually que no es “actualmente” sino “en realidad”.

Lo mismo sucede con la pronunciación, donde esos amigos falsos casi siempre son radicalmente diferentes en inglés en términos de vocales y de acento silábico y nos llevan a cometer errores en los exámenes de inglés. Decide parece igual que decidir, pero tiene un vocal diferente. Objective suena como objetivo pero el acento silábico es diferente.

De nuevo se trata de plantear lo que vamos a escribir y buscar en nuestros conocimientos léxicos del inglés para llevarlo a cabo.

Absolutamente imprescindible revisar

Finalmente, uno de los procesos más importantes en un examen es revisar lo que hemos escrito para evitar errores típicos en los exámenes de inglés. Hay muchos alumnos que son alérgicos a comprobar su trabajo, porque lleva tiempo y no perciben la importancia de hacerlo. Si repasamos nuestras respuestas, siempre encontraremos errores que nos pueden restar puntos valiosos. ¿Cómo realizamos este proceso? Debemos plantearlo como una jerarquía de comprobación.

  1. Primero, revisamos nuestro uso de la gramática. ¿Realmente este es el tiempo verbal en inglés adecuado o hemos caído en la traducción?
  2. Segundo, miramos con lupa nuestro uso de frases hechas para situaciones concretas. ¿Hemos empleado bien las estructuras adecuadas en inglés o hemos pretendido expresarnos como si fueran iguales que en español?
  3. Tercero, revisamos vocabulario. ¿Nuestra respuesta está salpicada de palabras que suenan igual en español? ¿Podemos sustituirlas con palabras que sabemos en inglés?
  4. Después vienen las preposiciones y los artículos. Si hemos asumido, por ejemplo, que las preposiciones en inglés y español no son intercambiables, casi siempre encontraremos errores que podemos corregir.
  5. Y por último revisamos los despistes, como puedan ser las conjugaciones verbales, algo frecuente en niveles más bajos como A2 y fácil de resolver.
  6. Cuando ya hemos hecho todo lo que podamos procedemos a revisar rápidamente la ortografía.

Revisar y corregir es más laborioso que soltar frases a lo loco, pero los exámenes del inglés evalúan siempre la calidad de la respuesta, y en un contexto de uso comunicativo. Se discute si fue Mark Twain o Blaise Pascal quien escribió:

“Disculpas por esta carta tan larga: no me dio tiempo escribir una más corta”.

Reflexionar, planificar y revisar debe de ser nuestro lema para evitar errores en los exámenes de inglés.


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Stephen Jenkins, Director de Masters en Enseñanza Bilingüe, Universidad Nebrija

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.