El síndrome de Jerusalén es un trastorno mental relacionado con la euforia religiosa que se provoca al visitar algún lugar citado en la Biblia. El problema afecta a alrededor de 100 turistas al año, de acuerdo con expertos.
Este síndrome es un estado psicótico agudo, que tiene como consecuencia la aparición de episodios en los que una persona tiene una descompensación psicótica. Se manifiesta con acciones relacionadas con la religión.
Aquellos que la padecen, y de acuerdo con los casos que han llevado a estudiar este trastorno, pueden llegar a experimentar alucinaciones, creer que son el «mesías» o algún personaje de la Biblia, como Jesús, la Virgen María o Sansón, y realizar actos citados en el Sagrado Testamento.
Si bien este padecimiento puede presentarse en cualquier persona que visite Jerusalén, los casos más graves se han presentado en personas con antecedentes de patologías psiquiátricas, mientras que los episodios más leves se manifiestan solo como euforia religiosa.
El padecimiento, de acuerdo con un estudio publicado en The British Journal of Psychiatry, se presenta en aproximadamente 100 turistas al año en Jerusalén, por lo que un grupo de psiquiatras de esa ciudad estableció un centro de salud específico para su atención.
Señales de alerta
El síndrome de Jerusalén puede presentar ciertas señales que alerten sobre una descompensación psicótica. Estas son las siguientes:
- Ansiedad, agitación, nerviosismo y tensión.
- Declaración del deseo de separarse del grupo o familia al que se pertenezca para recorrer la ciudad de Jerusalén en solitario.
- Obsesión por tomar baños y duchas, corte compulsivo de cabello y uñas.
- Uso de prendas que simulen las utilizadas en tiempos bíblicos.
- Necesidad de gritar o cantar en voz alta salmos, versículos de la Biblia, himnos religiosos o espirituales.
- Realizar una procesión o marcha a uno de los lugares sagrados de Jerusalén.
- Ofrecer un «sermón» en un lugar sagrado.
El tratamiento de este trastorno va a depender de la causa de los episodios psicóticos. Por ello, será necesario identificar si se trata de una consecuencia de alguna patología psiquiátrica o es un hecho aislado causado por la euforia por visitar un lugar bíblico.
«El reconocimiento de los trastornos psiquiátricos relacionados con la religión, asociados con la proximidad a los lugares sagrados, es importante porque la detección e intervención tempranas pueden detener la progresión de tales episodios», indica la investigación.