Los sofocos durante la menopausia se definen como sensaciones de calor intenso en el pecho, cuello y cara. 75% de las mujeres lo experimentan en el período peri y menopáusico.
Se deben a los cambios hormonales. Durante la transición a la menopausia, baja la producción de la hormona sexual femenina conocida como estrógeno. Esa disminución en los niveles de estrógeno influye en la regulación térmica del cuerpo, lo que ocasiona sensaciones de calor repentinas.
Los sofocos pueden acompañarse de síntomas como ansiedad, palpitaciones, sudoración abundante, enrojecimiento de la piel y dificultad para concentrarse. Las sensaciones de calor suelen aparecer al pasar los 40 años de edad, durante la transición a la menopausia, período conocido como perimenopausia. También pueden ocurrir desde una o dos veces al día hasta una vez por hora y durante un promedio de dos a cuatro minutos.
Existen varios tipos de sofocos, entre ellos los nocturnos, que vienen acompañados de sudoración excesiva. También están los sofocos en jóvenes que suelen estar vinculados con problemas de tiroides. La mujer menor de 30 años de edad que experimentan calores intensos y repentinos como los de la menopausia deberían consultar el médico.
Por último están los sofocos súbitos o repentinos, que pueden ocurrir incluso en climas fríos o cuando no responden a factores como comidas calientes o ambientes cerrados.
Para combatir los sofocos se recomienda vestir ropa ligera, evitar bebidas calientes como café o té, utilizar toallas húmedas en el cuello y refrescarse las mejillas con agua fría.