El príncipe Harry y Meghan Markle abandonaron la vida como miembros de la familia real y, desde entonces, han ahorrado gracias a los regalos que les han dado. Luego de renunciar aseguraron que la decisión se debía a que se sentían «atrapados» por los protocolos y «perseguidos» por la prensa. Sin embargo, a pesar de las quejas, reclamos y reproches, la pareja aprovechó todos y cada uno de los beneficios de su estatus como nobles internacionales. De acuerdo con la biografía Finding Freedom, suman un valor de aproximadamente cuatro millones de dólares entre regalos y favores.
Se trató de un fenómeno que comenzó desde antes que se conocieran. El bestseller sugiere que Meghan Markle recibió un trato VIP en Londres en la primavera de 2016. «Se decidió por un atuendo y luego comenzó a maquillarse en su suite en la propiedad Dean Street Townhouse de Soho House. A Meghan le habían ofrecido una estadía con grandes descuentos en el hotel Dorchester de cinco estrellas, pero eligió la lujosa habitación asegurada por Markus Anderson, director de Soho House y amigo de Meghan, en su lugar», se lee en una página del libro.
«Como celebrity e influencer, Meghan recibía ofrecimientos de vacaciones gratis, descuentos en viajes y ese tipo de acciones que se realizan a cambio de publicidad», asegura la biografía. El Daily Mail señala que la noche en la suite donde se hospedó Markle cuesta algo más de 500 dólares, pero que la actriz no pagó nada gracias a la invitación de su amigo.
Una vez oficializado el romance, Jessica Mulroney, la mejor amiga de Meghan, le gestionó un viaje relámpago a Londres en un jet privado. En el libro se revela que un viaje de Toronto a Londres en estas condiciones costaría alrededor de 64 mil dólares, pero la actriz solo gastó en maletas nuevas.
Vacaciones de lujo
El libro publicado hace un par de semanas asegura que Meghan y Harry también pudieron disfrutar de una serie de vacaciones de lujo gracias a otro par de regalos. Tampoco fueron detectados por la prensa gracias a la ayuda de amigos que les ofrecieron viajes gratuitos en jets privados y alojamientos sin costo. Omid Scobie y Carolyn Durand, los autores de la biografía, aseguran que la pareja visitó Botswana, Turquía y el Ártico en secreto.
En el verano de 2016, el multimillonario amigo escritor y director del príncipe, Arthur Landon, les prestó su mansión bohemia en Los Ángeles durante una semana. Fue allí donde el príncipe conoció por primera vez a su suegra Doria. Otra amiga de la pareja, Inge Solheim, les organizó una estadía de una semana en el Círculo Polar Ártico para pasar el año nuevo 2017. Allí disfrutaron de paseos en trineos tirados por perros, avistamiento de ballenas, cenas deliciosas y postales de la aurora boreal sin tener que depositar ni un dólar a cambio.
George y Amal Clooney, invitados a la boda en mayo de 2018, también los ayudaron con unas vacaciones gratis en su villa en el Lago Di Como. Los Clooney les prestaron su jet privado para que los Sussex tuvieran un traslado directo de Londres a Italia. Este es un viaje que saldría cerca de 18 mil dólares. En ese mismo jet viajó Markle de Nueva York a Londres después de su baby-shower organizado y costeado por las invitadas. Entre ellas, su amiga Serena Williams, que se encargó de reservar un salón del exclusivo hotel Mark de Manhattan. Markle regresó al Reino Unido con Amal Clooney y sus gemelos: un vuelo que habría costado al menos 66 mil dólares.
En el verano de 2019, Elton John envió su avión privado al Reino Unido para buscar a la pareja y a su hijo Archie. Así logró trasladarlos a su casa de vacaciones en Niza. Después de disfrutar unos días allí, el príncipe se trasladó a un balneario en Sicilia. Acudió a un campamento de Google de tres días, todo a cargo de la empresa.
Otro de los regalos para Meghan Markle y el príncipe Harry fue Frogmore Cottage por parte de la reina. Sin embargo, la pareja gastó 2,5 millones de dólares de la recaudación impositiva para reformarla. Antes de anunciar su renuncia, los Sussex se alojaron en una residencia en Vancouver. Esta está valorada en 11 millones de dólares y estuvieron allí desde noviembre de 2019 hasta marzo de 2020. Allí el alquiler cuesta 15 mil dólares mensuales. El libro afirma que la casa la alquiló el marido de Jessica Mulroney a un valor muy por debajo del mercado.
Los autores de la biografía también aseguran que, después de su partida del Reino Unido, vivieron en la mansión de Tyler Perry. Este es un magnate de los medios de comunicación norteamericano y todo se dio gracias a la gestión de Oprah Winfrey. La propiedad de estilo toscano tiene ocho habitaciones, doce baños y está valuada en alrededor de 14 millones de dólares.