Luego de abandonar la familia real británica en enero de este año y de mudarse a vivir a Estados Unidos junto a su esposa Meghan Markle y su pequeño hijo Archie, el príncipe Harry podría regresar en breve a Londres. Y tener un tenso encuentro con su abuela, la reina Isabel II.
Así lo reveló al diario británico The Sun una fuente cercana a la realeza. «Se le ha dicho al personal de Windsor que se prepare para la posibilidad de que Harry regrese».
El mismo informante añadió que, de acuerdo con la indagación que realizó, no se ha incluido a la esposa del duque de Sussex en esta visita a Reino Unido, que se realizaría en las próximas semanas.
Harry y Meghan viven en Estados Unidos con proyectos de trabajo en la producción de material para Netflix y disfrutan de su nueva y lujosa mansión en Montecito.
No parece que en este momento tengan alguna razón para regresar al Viejo Continente, pero algunas de sus acciones y declaraciones de los últimos tiempos posiblemente provocaron movimientos en el Palacio de Buckingham que podrían culminar con el regreso del hijo menor del príncipe Carlos a Londres.
En primer lugar, la Casa Windsor no tomó con buenos ojos la publicación de una biografía supuestamente «no autorizada» de los duques de Sussex, en la que la familia real sospecha que ellos o parte de su entorno brindaron información sensible sobre la vida de Buckingham. Finding Freedom (Buscando la libertad) es el nombre de este libro, que salió a mediados de agosto y que irritó a la realeza británica ya desde el título.
Relación complicada
Pero lo que más tensó las relaciones entre Harry, Meghan y la familia real fueron las últimas declaraciones del matrimonio protagonista del Megxit sobre la política estadounidense, específicamente su discurso que muchos calificaron como claramente anti-Trump, de cara a las elecciones presidenciales en dicho país.
Analistas británicos creen que estos testimonios de los duques de Sussex pudieron colocar a la mismísima reina Isabel II en una posición incómoda, puesto que Gran Bretaña quedó a un paso de entrar en un conflicto diplomático con los Estados Unidos. Las fuentes citadas por The Sun señalan que la monarca inglesa se sintió realmente molesta por esta situación que provocaron su nieto y su nieta política.
El asunto, además, alcanzó tal relevancia que el congresista Jason Smith exigió directamente que el Gobierno británico solicite a la reina que despoje a Meghan y Harry de sus títulos reales por «interferir» en las próximas elecciones estadounidenses, argumentando que ellos utilizan su estatus real para influenciar a los votantes.
En este sentido, la biógrafa de la familia real británica Penny Junor señaló al medio inglés Mirror que, en los últimos meses, Harry y Meghan «han quemado algunos puentes importantes que pueden ser irreparables».