En este contexto coronavirus y cuarentena, el príncipe Carlos y su esposa Camila se hicieron cargo de la apretada agenda pública de la realeza. Y un extraño suceso se dio, en una visita a un centro de distribución de la cadena de supermercados Asda para agradecer al personal el trabajo que realizan durante los días más críticos de la pandemia.
Antes de ingresar para encontrarse con los más de 700 empleados que trabajan en el lugar, ubicado en Bristol, el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles se detuvieron en la entrada para saludar e intercambiar unas palabras con el comité de recepción.
La escena muestra a Carlos conversando con un miembro del personal que, de pronto, comienza a tambalearse y a moverse en círculos sin un propósito visible hasta que, después de dar un paso hacia atrás, se derrumba con todo el peso de su cuerpo sobre el suelo. Carlos lo mira desconcertado y un segundo antes del colapso amaga con levantar el brazo para atajarlo, pero su esfuerzo se agotó en el intento y solo lo mira caer.
Mientras un grupo de personas ayuda al sujeto a recuperarse, el heredero se mantiene impertérrito sin saber bien qué hacer ni para dónde ir. Por suerte, aparecen una mujer y otro empleado que lo salvan del vacío y con quienes enseguida se pone a conversar. Detrás se ve cómo el hombre desmayado se recupera por completo y regresa con Carlos para comentar el susto.
Luego de esta tensa escena, los duques se reunieron con los trabajadores y descubrieron una placa conmemorativa.
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