Tras la muerte del duque Felipe de Edimburgo, el príncipe Carlos tiene la responsabilidad de tomar una importante decisión: quién se quedará con el título nobiliario de su padre. Y sea cual sea la decisión que tome, promete abrir una nueva grieta en la familia real británica.
Según el periódico The Sunday Times, el heredero al trono está planeando negarle a su hermano Eduardo el título, que le había sido prometido por sus padres en 1999. Ese mismo año, el más joven de los vástagos de Isabel II se casó con Sofía Rhys-Jones y se le otorgó el título de conde de Wessex.
Todo cambió en abril último tras la muerte del príncipe Felipe, a los 99 años de edad. Las reglas de la corona imponen que el título vuelva al hijo mayor, Carlos, tal como se establece en la Patente Real emitida cuando Jorge VI le dio a Felipe el título en 1947.
Príncipe Carlos como duque de Edimburgo
Recordemos que Felipe fue la sexta persona en llevar el título de duque de Edimburgo, y se le otorgó el día de su boda con Isabel II. En este sentido, el medio británico asegura que el príncipe Carlos no tiene intenciones de concederle a su hermano la distinción: “Por ahora Carlos tiene el título de duque de Edimburgo tal como está, y depende de él lo que suceda, pero no irá a Eduardo”.
Aunque no hay apuro por tomar la decisión, todas las miradas están sobre el heredero al trono. “Puede que se lo otorgue a otro miembro de la familia o lo deje en suspenso”, informa la misma fuente. En caso de coronarse rey, el título de duque de Edimburgo se fusionará con la corona, lo cual significa que deberá elegir a quién se lo concederá en un futuro cercano.