El número de bebés y madres que fallecen en el parto disminuyó notablemente en las últimas décadas, pero estos avances se producen de forma desigual. De acuerdo con algunos datos de la ONU, más de cinco nacimientos por minuto acaban en tragedia.
Dos informes de las Naciones Unidas para la salud y la infancia mostraron avances en la reducción del número de madres y bebés que mueren cada año. Esta reducción en el número de fallecidos se dio gracias a un mejor acceso a los servicios médicos.
“En los países que suministran servicios de salud seguros, económicos y de calidad, las mujeres y los niños sobreviven y se desarrollan”, declaró el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde el inicio del nuevo siglo, el número de decesos de niños menores de cinco años se redujo casi a la mitad, hasta situarse en unos 5,3 millones el año pasado. Casi la mitad de estas muertes se produjo en el primer mes de vida, lo que significa que unos 7.000 recién nacidos fallecieron cada día en 2018.
Estos informes revelaron también que unos 2,8 millones de mujeres y recién nacidos mueren cada año, la mayoría por causas evitables.
“En el mundo, los nacimientos son motivo de alegría. Pero, cada 11 segundos, un nacimiento es una tragedia familiar”, lamentó la jefa de Unicef, Henrietta Fore.
“Un par de manos cualificadas que ayuden a las madres y a los recién nacidos en el momento del parto, con agua limpia, una nutrición adecuada, medicinas y vacunas básicas, pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte”, declaró.