El 25 de enero de 2024, el Reloj del juicio final aseguró que quedaban 90 segundos para el fin del mundo. Y este 2025 la herramienta simbólica, creada por científicos para visualizar la probabilidad de que la humanidad desaparezca, se encuentra este año a 89 segundos de la medianoche. Esto es lo más cerca que ha estado nunca de marcar la hora final en sus 78 años de historia.
La decisión fue anunciada este martes por el Boletín de Científicos Atómicos, organización que gestiona el reloj desde su creación en 1947. De la misma forma, estuvo motivada por la guerra de Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y el incremento de arsenal nuclear de las grandes potencias.
«Estados Unidos, China y Rusia tienen la responsabilidad primordial de sacar al mundo del abismo. El mundo depende de una acción inmediata», advirtieron en un comunicado.
La hora del reloj avanzó tras dos años seguidos en los que había marcado 90 segundos para la medianoche.
El avance, aunque sea de tan solo un segundo, «debe tomarse como una indicación de peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en revertir el curso aumenta la probabilidad de un desastre global», advirtió la organización.
Los científicos advirtieron que la guerra de Ucrania, a punto de cumplir su tercer año, «podría volverse nuclear en cualquier momento debido a una decisión apresurada o por un error de cálculo».
Reloj del juicio final avanza entre guerras y cambio climático
También señalaron que «el conflicto en Medio Oriente amenaza con descontrolarse y convertirse sin previo aviso en una guerra más amplia». Esto mientras «los países que poseen armas nucleares están aumentando el tamaño y el papel de sus arsenales».
«El proceso de control de las armas nucleares está colapsando. Además, los contactos de alto nivel entre las potencias nucleares son totalmente inadecuados dado el peligro en cuestión», lamentaron.
También recordaron que «el impacto del cambio climático se ha acentuado en el último año». Asimismo, que «las enfermedades emergentes siguen amenazando la economía, la sociedad y la seguridad del mundo». Finalmente, que los avances tecnológicos relacionados con la inteligencia artificial «han hecho que el mundo sea más peligroso».
La situación actual es peor que la de 1953. Aquel año, el reloj marcó dos minutos para la medianoche durante una de las etapas más tensas de la Guerra Fría, cuando tanto los soviéticos como los estadounidenses realizaron sus primeras pruebas con armas termonucleares.
El Boletín de los Científicos Atómicos fue fundado en 1945 para alertar al mundo sobre el peligro de una catástrofe nuclear. Entre sus miembros, ha contado con Albert Einstein y Robert Oppenheimer, entre varias decenas de reconocidos científicos.
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