El diseñador venezolano Nabys Vielman presentó este miércoles su nueva colección en la Semana de la Moda de Nueva York. En la ciudad, lleva ya cinco años establecido, dándose a conocer y recogiendo los frutos de su trabajo.
«Yo soy un inmigrante que estoy acá solo, construyendo un sueño», dice el modisto sin pretensiones en una entrevista con EFE antes de presentar sus propuestas para el próximo otoño-invierno: vestidos largos en su mayoría, vaporosos y delicadamente femeninos.
Vielman, un comunicador social formado en Filosofía, asegura que la moda nunca fue su meta, pero lleva «absorbido» por ella desde 1987, cuando comenzó una carrera en Venezuela que hoy continúa entre su taller de los Hamptons y su tienda del Upper East Side.
«Ha sido un proceso, ha llevado un tiempo. Cuando eres un inmigrante, la gente que forma parte de la ciudad te observa, incluso durante años. Una vez que les agradas, que confían en ti, se casan contigo«, comenta el diseñador, que se asentó en Nueva York junto a su madre.
Entre sus invitados, que estuvieron charlando animadamente cerca de una hora, mientras esperaban el desfile, se enorgulleció de un grupo «que construyó la moda entre los 70 y 80 y siguen activos». Entre ellos el comisario de exposiciones de moda Matthew Yokobosky y la ejecutiva de moda Maryanne Grisz.
«Respeto mucho a la gente que construye cosas; son personas que hicieron de Nueva York el lugar que hoy en día es. Para mí tiene mucho valor, y más aún cuando creen en mi trabajo», explica.
La alta costura de Nabys Vielman
Vielman presentó su evento en la tienda italiana de muebles Calligaris, que este año celebra su centenario, y a cuyo fundador, Antonio Calligaris, hizo un homenaje con un vestido de alta costura que lucirá expuesto en el establecimiento del barrio Manhattan.
Aparte de eso, el diseñador propuso para el día a día una explosión de colores rojo, violeta, naranja y amarillo en seda: catorce conjuntos confeccionados con patrones geométricos que se convertían en asimetrías tras formar drapeados sobre el cuerpo de la mujer.
Vielman, que también es pintor, señala que el arte es su inspiración y su objetivo: tiene como referentes a maestros de la escultura cinética como Alexander Calder o Rafael Soto, y una visión «intimista» de la moda en la que busca complacerse a sí mismo con las prendas.
«Pero tengo suerte de que gusten mucho en el público femenino», apostilla, subrayando que la moda tiene una «realidad funcional», además de estética.
Fuera de la Semana de la Moda, Vielman asegura que su día a día es más tranquilo y que se dedica sobre todo a la confección de ropa a medida tanto para mujer como para hombre, siguiendo el ejemplo del diseñador español Cristóbal Balenciaga.
Mientras tanto, se muestra agradecido por los frutos de su siembra, como un reciente reconocimiento del Estado de Nueva York, o su invitación a un evento de moda creado por Emilio Estefan y Consuelo Vanderbilt el pasado septiembre en el museo Guggenheim.
«Significa que te consideran un diseñador relevante en la ciudad, eres un latino que lo está haciendo bien».
«Los diseñadores vamos buscando el éxito, construyendo algo paso a paso, primero con las colecciones y luego a través de nuestras acciones«, concluyó.
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