Perder espectacularidad y ganar simplicidad. Esta parece ser la consigna de la francesa Virginie Viard, al frente de Chanel, en su nuevo desfile en el que regresa al estilo de los años ochenta. La diseñadora reveló una pasarela de blancos y negros, siluetas fluidas y un punto adolescente.
Viard es discreta. También mantiene un perfil bajo como directora creativa de la marca de moda más famosa del mundo. Eso se nota en sus colecciones que, de momento, están dejando de lado los fastuosos decorados del difunto Karl Lagerfeld.
Prácticamente todas las tendencias que las pasarelas internacionales han anticipado para el próximo otoño-invierno se vieron este martes en Chanel. Camisas con chorrera, botas de caña media tipo corsario, en piel negra con vuelta marrón y también un accesible tacón medio, pantalones de terciopelo, cazadoras de piel cortas y mangas abullonadas.
La colección de Chanel tuvo un aire de los años ochenta, con pantalones cortos tipo culotte sobre medias traslúcidas bordadas con el logo de la firma. También hubo joyas doradas con exagerados brazaletes y cinturones en color oro.
Para la diseñadora el combo blanco y negro, que hizo famosa a Madame Chanel, es su apuesta de colores. Tan solo rompió el binomio para añadir algún toque de burdeos, magenta y un par de trajes de chaqueta.
Viard quería que se respirase naturalidad, implementó un maquillaje ligero con un discreto ahumado marrón en ojos y un peinado semirrecogido.