La mismísima tierra de Drácula es una región histórica ubicada en la parte central de Rumania. Visualmente, es tan misteriosa como se imagina: resguardada por el accidentado terreno de los Montes Cárpatos, está poblada por densos bosques, castillos antiguos y asentamientos medievales. Resulta muy rica culturalmente pues, a lo largo de los siglos, perteneció al Imperio romano, austriaco y austrohúngaro; también posee herencia sajona.
Una ironía
Bram Stoker, el autor de Drácula, nunca viajó a Transilvania. Sin embargo, se documentó ampliamente en el Museo Británico sobre esta región.
Castillo de Bran
Se localiza en la ciudad de Bran. Le dicen «el castillo de Drácula» porque esta fortaleza, fundada en 1377, fue la principal inspiración de Bram Stoker para crear la locación de su novela. Está construido sobre un acantilado, de cara hacia un valle cercano. Actualmente recibe turistas. Tiene una pequeña exhibición multimedia y cada año se celebra una esta de Halloween en su interior.
Castillo Peles
Ubicado en Sinaia, es uno de los castillos más bonitos de Europa gracias a su arquitectura neorrenacentista y sus 160 cuartos temáticos que recuerdan un cuento de hadas. También fue el primero del continente en tener energía eléctrica. Se construyó entre finales del siglo XIX y principios del XX, por órdenes de Carlos I, el primer rey rumano. Fue residencia de verano hasta 1948, y actualmente funciona como museo. peles.ro
El Drácula de la vida real
Se cree que Vlad Tepes, también conocido como Vlad Draculea, es la gira histórica que inspiró a Bram Stoker para crear al conde Drácula. Nacido en Transilvania, fue un gobernante del antiguo principado de Valaquia (hoy parte de Moldavia) entre 1456 y 1462. Se volvió célebre por la cruel manera en que castigaba a sus enemigos: el empalamiento. El nombre «Draculea» significa «hijo del dragón», y le fue asignado porque su padre, Vlad Dracul, pertenecía a un grupo militar y religioso llamado Orden del Dragón.
Fundada en el siglo XII, es la ciudad natal de Vlad Tepes. Es famosa por su excelente estado de conservación y su aspecto fantástico: tiene casitas de colores pastel, callejones empedrados, murallas y torres que solían proteger los límites del asentamiento. La Unesco la designó Patrimonio de la Humanidad en 1999.
Castillo de Hunyad
Es el castillo medieval más grande de Transilvania y data de 1440. Tiene todo lo que podrías esperar de una fortaleza de su tipo: grandes torres, calabozos, un puente de piedra en la entrada y hasta un pozo donde los prisioneros eran arrojados a los osos. Se cree que Vlad Tepes estuvo encerrado en Hunyad por siete años. Está en la ciudad de Hunedoara y recibe visitantes.
Su verdadero hogar
Si eres muy fan de Drácula, puede parecerte decepcionante saber que los castillos más famosos de Transilvania no tienen una relación muy estrecha con el personaje histórico que inspiró la creación de este vampiro. Pero existe el Castillo de Poenari, el cual sí perteneció y fue residencia de Vlad Tepes. Data del siglo XIII. Está fuera de Transilvania, a dos horas de Bucarest. Actualmente está cerrado al público y reabrirá en verano de 2022.
El bosque maldito
Extraterrestres, fantasmas, desapariciones y hasta experiencias de «tiempo perdido» forman parte de las leyendas sobre el bosque de Hoia-Baciu. Este terreno de 250 hectáreas, a las afueras de Cluj-Napoca (a dos horas de Sighisoara), se ha vuelto un atractivo para fanáticos de lo paranormal desde los años sesenta, cuando se registraron, supuestamente, importantes avistamientos de ovnis. Hoia-Baciu Project es una touroperadora que hace
Diversión subterránea
A dos horas de Sighisoara se encuentra Salina Turda, una mina de sal que se explotó desde la Edad Antigua hasta el siglo pasado. Hoy en día se puede visitar descendiendo más de 100 metros por debajo de la tierra. En sus profundidades se instaló un pequeño parque de diversiones con rueda de la fortuna y paseos en bote. Resulta interesante por la oportunidad de observar el enorme tamaño de la cueva y cómo ha sido modelada por los minerales de su interior. También hay un spa con aguas termales. salinaturda.eu
Cómo llegar
Los principales destinos turísticos de Transilvania, como Sighisoara, Sibiu o Brasov, pueden visitarse en tren desde Bucarest, la capital de Rumania. Los traslados duran entre dos y cinco horas. El operador de transporte se llama CFR Calatori.
El nombre
«Transilvania» proviene de una expresión latina, «trans silva», que significa «la tierra más allá del bosque». Su nombre aparece en documentos escritos desde el siglo XII.