Hablar de sexo sin que cunda el pánico. Esa es la cuestión. Para nadie es un secreto que, en el transcurso de la historia, se ha visto cómo la sociedad ha avergonzado a la mujer y culpabilizado al hombre por tener apetitos y deseos que no cumplen con una supuesta normalidad, llenándolos de tabúes que han afectado la intimidad. Las fantasías existen. Y no distinguen género, pero dependen de la curiosidad de cada pareja.
Estadísticamente hablando, dos de cada tres personas tienen insatisfacción en lo que respecta a su vida sexual. Las mujeres llevan la batuta en porcentaje con un 35,1% de descontento, respecto al 28,2% de los hombres.
La rutina parece ser el enemigo de la pasión y el erotismo. Y es que el sexo puede volverse monótono o aburrido –para algunos– tras el paso de los años, las obligaciones, la cotidianidad y las distintas preocupaciones del día. Esa situación puede desencadenar algunas insatisfacciones en otros aspectos de la relación, de hecho. Por ello, también surgen dudas sobre la importancia de hablar sobre sexualidad con la pareja y cómo mejorar su experiencia gracias a los juguetes sexuales.
Entonces, ¿cómo impacta su uso las relaciones?
Derribando prejuicios
Así como existen detractores, expertos alrededor del mundo sugieren que los tabúes que rodean a los vibradores y otros dispositivos, cuyo propósito es incrementar el placer individual o mutuo, estás desapareciendo. Todo esto conforme a que se incrementa, día a día, el número de curiosos que buscan diversos tipos de tecnología para mejorar el placer físico y sexual.
La doctora venezolana Luz Jaimes, experta en terapia de pareja y sexología clínica, con 30 años de experiencia en la salud sexual del individuo y la pareja, destacó que los juguetes sexuales son de gran ayuda en el desempeño sexual entre parejas, pero con debida investigación y previa práctica individual.
«Tenemos que darnos cuenta que el encuentro sexual tiene dos etapas», señaló la doctora. «La primera que llamamos calentamiento, que es el precoito, es donde vamos a obtener todos los beneficios de los juguetes. Son una alternativa que no siempre se debe utilizar, pero cuando se implementa hay que sacarle provecho», destacó.
Para Jaimes, la idea es estimular las zonas erógenas y mejorar la intensidad de excitación de ambos participantes antes de usarlos en pareja. «Ambos deben aprender cómo estimularse mutuamente y no tener miedo a las opciones. Es recomendable que nos conozcamos antes de jugar con este tipo de alternativas; conozcamos nuestro cuerpo primero: cuáles zonas me estimulan más, cuáles me gustaría explorar con el uso de dispositivos. Así, usándolos individualmente, ganamos más en pareja», dijo.
Juegos y erotismo
Por su parte, para Sophia Behrens, psicóloga y sexóloga venezolana, experta en terapia cognitiva conductual, conferencista e investigadora, los juguetes sexuales activan la parte del erotismo y la vinculación con el placer que pueden estar en los deseos de la pareja.
«Ayudan a conocer el cuerpo, a descubrir zonas erógenas. Eso hace bastante positivo su uso a nivel de experiencia», manifestó. «También ayudan a romper la monotonía que muchas veces se establece en las relaciones. A veces se terminan haciendo las mismas posiciones o las mismas actividades y estos juegos hacen que la relación de pareja evite eso», recalcó.
Para Behrens, estos estimulantes también ayudan en el tema de la inhibición sexual femenina y masculina. «Favorecen el deseo sexual de ambos, pero en el caso de la mujer, en particular, el uso se asocia a orgasmos más intensos o frecuentes. Y cuando son de tipo vibrador, si se usan de manera simultánea con la penetración, pueden ayudarla a lograr orgasmos simultáneos. Sabemos que el 80% de las féminas, estadísticamente, tienen dificultad para tener uno», subrayó.
Los juguetes sexuales más usados
Consoladores que parecen sacados de una realidad aumentada, plugs anales que levantan la curiosidad de cualquiera, amarres y látigos con plumas para aliviar el dolor o elementos mucho más sofisticados a nivel tecnológico como el Satisfyer (succionador de clítoris), fueron creados para derribar tabúes y solventar necesidades creando infinidad de experiencias excitantes para las parejas.
Sin embargo, ¿sabía que hay listas dependiendo de cada país y del uso que se les vaya a dar?
«En la pandemia, por ejemplo, los juguetes sexuales fueron el producto más vendido», señaló Jaimes. «Por eso hubo varios cambios en las respuestas sexuales individuales y de pareja. La masturbación y la inclinación al uso de dispositivos íntimos se disparó en 2020 como nunca antes, estos últimos incorporándose en muchas parejas que nunca los habían utilizado. Esto nos da una visión amplia de la importancia que tienen actualmente», añadió.
Los más usados, según Jaimes, tienen tamaño de bolsillo. Estos se buscan para estimular las zonas más sensibles del genital, como el estimulador clitoriano o de pene. «En la lista destacan los vibradores, que a pesar de que se usan desde 1981, cuando salió el primero, han ido evolucionando en tamaño, intensidad y vibración», acotó. «Cada persona lo elige dependiendo de lo que sea cómodo para ellos: diámetro, longitud o material; también de qué accesorios complementarios posea, porque hay algunos que tienen estimuladores anexados para una doble función: entre ano y clítoris/pene. Entre los vibradores y estimuladores directos están los más utilizados», destacó.
Satisfyer
Sophia Behrens, sin embargo, apuntó directamente a los succionadores de clítoris como favoritos, pues están asociados a altos niveles de excitación y activación del orgasmo. «El glande del clítoris, recordemos que es el órgano sexual exclusivo para el placer que tenemos las mujeres, tiene 8.000 terminaciones nerviosas asociadas al placer versus las 4.000 que tiene el glande del pene. Todos aquellos vibradores que, de alguna manera, están diseñados para estimular este glande, son absolutamente positivos para la sexualidad», puntualizó.
Se apuesta, entonces, por vibradores de fácil uso y de buen tamaño, para transportarlos cómodamente. Se pueden combinar con la penetración y así favorecer los orgasmos doble función. «Mi recomendación es que se use un juguete sexual que los haga sentirse cómodos, siempre comenzando a conocerlos antes de usarlos», rescató. «Pruébenlos en otras partes del cuerpo, no solamente en los genitales. Después de que haya familiaridad con su uso y que exista una activación al placer en diversas zonas erógenas, como piel, cuello, senos, ingle, enfocarse en la parte genital», reiteró. «El autoconocimiento es la clave».
Juguetes sexuales: ¿mejoran la relación?
El exceso de algo bueno puede tener efectos poderosamente dañinos. Por eso, es indispensable entender que los juguetes sexuales se hicieron para ser un complemento del erotismo no la única variante para llegar al orgasmo.
Behrens destaca que son parte del juego erótico consensuado en pareja, pero no compiten con el acto sexual de la misma. «No debería haber problemas al incorporarlos en la relación porque con ellos no debemos perseguir el orgasmo. Los juguetes nos conducen al él. Son una vinculación al placer, solo eso».
Ante esto, Luz Jaimes señala que sí pueden existir adicciones. Hay hombres y mujeres que no pueden responder sin un juguete. «¿Cómo lo evitamos? Utilizándolos ocasionalmente, estos no pueden ser una respuesta a todos los encuentros sexuales sino una alternativa de juego ocasional», apuntó. «La creencia de que usar un juguete sexual significa que tu pareja no es un amante lo suficientemente bueno es una de las más erróneas y populares en el planeta».
¿Es posible depender demasiado de un juguete sexual?
Jaimes aseguró que, si se logra un orgasmo mucho más rápido con ayuda de un juguete sexual, existe la posibilidad de que esa persona o pareja cree una dependencia. «Sin embargo, después de un tiempo, la respuesta va disminuyendo y cuando no exista satisfacción con respecto a ese juguete, se asocia a un posible fracaso. Esto se llama Fijación de método en nuestra clasificación de disfunciones sexuales. ¿Cómo se previene? Usando los juguetes adecuadamente», recalcó.
Se destaca que a pesar de que pueda pasar, es baja la frecuencia de una posible adicción. Ante esto se indican algunas técnicas o tratamientos de moldeamiento o shaping que la persona puede aprender. De esta manera, obtienen una respuesta sexual no exclusivamente desde el juguete.
La Fijación de método no es una enfermedad mental. «Aquí se está hablando de un mal aprendizaje a nivel sexual. Enseñamos al cuerpo a solo sentir en un solo sitio y con el equipo, todo eso hay que desarticularlo en el tratamiento para que se vuelva a sentir como normalmente se debe sentir el individuo», destacó Jaimes.
«Los orgasmos son igual de satisfactorios de la forma en que se logren: los juguetes no se deben ver como una competencia sino como parte del juego sexual de la pareja», agregó Behrens.
Sinceridad sexual, ante todo
¿Qué es lo que hace que las parejas tengan que usar los juguetes sexuales, aunque haya una cierta negativa en principio?
No solo se trata de curiosidad sino de casos clínicos de disfunción. Expertos rescatan que la primera forma de lograr un orgasmo, entre hombres y mujeres, es a través de la masturbación y el autoconocimiento. Para Behrens debe existir una vinculación al placer a través de los sentidos. A esto se le llama Focalización sensorial, primero con sus propias caricias y luego ir incorporando el uso del juguete, sobre todo cuando es de tipo vibrador. El acompañamiento psicológico es importante en este camino.
«No es solo enseñarle los juguetes a la pareja, sino hablarles a fondo de los beneficios», destacó por otra parte Jaimes. «Hay muchísimas ventajas, pero también desventajas que se presentan. La persona comenzará su uso si así lo decide e irá midiendo la capacidad de tecnología que le permita disfrutar más si es que se quiere ir probando», dijo. «Eso es decisión del paciente, no del terapeuta», aseveró.
La variación es la clave
Muchos creen que existe una falla con los métodos convencionales para realizar el acto sexual. Ante esto, Luz Jaimes fundamentó que los hombres y mujeres no se dan cuenta de que los juegos sexuales siempre deben cambiar, evolucionar. «El factor sorpresa es la clave; siempre debe haber una motivación extra y mucha creatividad», subrayó. «Esos son elementos importantes para no caer en la rutina. El mayor porcentaje de parejas que van a consulta o terapia, estadísticamente, están ahí por eso o porque están entrando en ella», destacó.
Para Behrens fallan muchas cosas. «Después de que las parejas tienen bastante tiempo juntas, muchas veces se restan tiempo en la parte precoital, las acciones previas a la penetración», manifestó. «Para la mujer en particular esto es algo súper importante. Tener tiempo para vincularse al placer, no solamente cuando hay sexo en una cama sino todo lo que implica el erotismo en la pareja fuera de ella», agregó.
Saltarse esa momento o la del forplay (juegos sexuales antes de la penetración), es algo que no favorece la satisfacción. El seguir mirando a la pareja como sujeto erótico, por ejemplo, es fundamental para la satisfacción sexual de la pareja. No solamente el acto. La variación de las actividades es clave, a veces la satisfacción sin coito o penetración es algo absolutamente favorecedor.
El sexo como prioridad
Para Luz Jaimes, el sexo debe ser tratado como lo que es: un área de la salud del individuo. «Es un área de la salud en pareja. Siempre y cuando se tenga confort en la respuesta y en la frecuencia», aseguró. «Por eso se habla de la comodidad. Todo se puede conversar y mejorar», añadió.
Sophia Behrens, por su parte, señaló que la sexualidad en general es una parte importantísima en el ser humano. «No podemos tratar el sexo y la sexualidad como un solo concepto porque esta última es una dimensión de la personalidad que incluye diferentes factores como la identidad, la percepción de género, orientación y actividad. En función de eso, efectivamente, el sexo es muy importante», recalcó.
Destacó que quienes piensen que la sexualidad es algo trivial, generalmente están asociadas a una disfunción a la que se le denomina Inhibición del deseo. «El sexo es parte de la vida individual y en pareja del ser humano. Se le debe dar la prioridad que tiene y se merece; no es lo único que importa, pero sí predomina en la pareja porque cuando esto es inexistente, puede llevar a un alto grado de insatisfacción que puede concluir en un conflicto irreparable», puntualizó.
Juguetes sexuales y satanización
El sexo y el autoplacer tienen muchos puntos a favor, pero el uso de juguetes sexuales puede tener beneficios más allá de las ventajas encontradas en ese tipo de placer. Para las expertas, si todos pudieran aprender a deshacerse del tabú, incluso los dispositivos íntimos podrían recetarse como parte de un plan de tratamiento.
«Somos seres sexuados desde que nacemos y vincularse y aceptarse es parte de nuestro día a día. Conocer nuestro cuerpo es necesario, sobre todo aquellos que aún no conocen sus puntos erógenos y de placer o que jamás se han tocado ni experimentando orgasmos», destacaron ambas expertas.
Las parejas que pueden explorar maneras novedosas en su intimidad, incluyendo probar uno o más juguetes sexuales, tienden a tener mayor éxito en mantener la pasión y el deseo, además de satisfacción en su relación a largo plazo.
En el contexto de los juguetes sexuales, la comunicación positiva significa que los miembros de una pareja que se sienten amenazados pueden abrirse sobre sus preocupaciones, sentirse escuchados y validados y recibir tranquilidad de sus parejas de que el deseo de usar un dispositivo íntimo no es, en lo absoluto, un comentario acerca de su habilidad y deseabilidad sexual o su virilidad. Una persona que desee usar un juguete sexual debería ser capaz de comunicar su deseo sin ser juzgada, avergonzada o alejada de la idea.
Es imperante dejar los miedos y atreverse a aceptarse y conocerse. Incorporar juguetes puede mejorar la relación y satisfacción sexual de cualquiera que esté abierto y respete los límites, las inclinaciones de su pareja y las propias. En toda relación se debe cultivar el amor, la buena comunicación, el romance y por supuesto la pasión; cumplir fantasías en conjunto y cambiar de lugar para la intimidad. Estas siempre serán herramientas para fortalecer y mantener la llama encendida.
“Si se cultiva una sensación de apertura y carencia de juicio, la mayoría de las personas pueden aprender a incorporar nuevos aspectos a su repertorio en lugar de resistirse»