El embarazo es una etapa llena de sentimientos encontrados y de grandes cambios en el cuerpo, sobre todo en la piel. El aumento de peso, la variación en el humor y las alteraciones radicales en la piel son solo algunos de ellos.
Ante cualquier problema, es mejor prevenir. Por ello es importante tomar ciertas medidas con el cuidado de la piel en el embarazo, considerando que si una mujer se automedica puede perjudicar la salud del bebé. Lo más recomendable es tener una alimentación saludable y estar siempre al cuidado del médico.
La doctora Lucía Bobbio, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Nacional Dos de Mayo, dice: “Durante el embarazo, la mujer enfrenta una serie de cambios hormonales que pueden generar variaciones bruscas en la textura de la piel o hacer que esta se vuelva más sensible”.
Es importante que si los cambios son intensos, la paciente acuda al dermatólogo para que le indique un tratamiento específico. La hidratación y la protección solar son esenciales. A continuación, una serie de afecciones y cómo tratarlas.
Estrías: consiste en una atrofia cutánea que es más común en la etapa del embarazo, por el incremento de peso repentino. El primer síntoma es la picazón, y se debe evitar rascarse para no dañar la piel. Campos sostiene que es ideal “beber dos litros de agua al día, tener una dieta equilibrada en la que se incluyan verduras y frutas; y salir a caminar, pues favorece a la circulación”.
Acné: en este caso lo recomendable es no ingerir pastillas para combatirlo, pues todo lo que se consuma afecta al bebé. Lo que se debe hacer para contrarrestar esa condición es utilizar cremas y jabones sin detergentes, que no alteren el pH de la piel.
Melasma: 70% de las embarazadas desarrollan ese problema. El melasma o cloasma gravídico consiste en manchas de tono marrón que aparecen en el embarazo debido a dos factores: la exposición al sol, que afecta zonas como mejillas, frente, nariz y barbilla; y el relacionado con el factor hormonal. Para prevenirlas se recomienda el uso del fotoprotector solar tipo pantalla.
Celulitis: es la inflamación del tejido celular y se debe principalmente a no alimentarse adecuadamente. Estar embarazada no significa comer en exceso y consumir alimentos altos en grasas. La doctora Bobbio aconseja que la gestante se dé masajes desde los pies hasta los muslos para favorecer la circulación sanguínea, así como hacer movimientos circulares con los tobillos 30 minutos al día con cada pie.