Consumir alimentos en mal estado puede causar intoxicaciones alimentarias que se caracterizan por síntomas como náuseas, dolor de estómago, diarrea, dolor de cabeza y fiebre. Para evitar padecer alguna intoxicación es necesario saber reconocer los alimentos en estado de descomposición.
Algunos consejos para aprender a reconocer alimentos echados a perder son:
Vegetales y hortalizas
Para reconocer si estos se encuentran o no en buen estado basta con fijarse en las tonalidades de sus ramas, pues estas suelen ponerse en un tono más oscuro de lo normal y sus hojas se reblandecen y se hacen más finas. Una de las señales más claras es la presencia de moho en la superficie de los vegetales. Este se forma por pequeños hongos capaces de desarrollar toxinas que hacen que los alimentos se descompongan más rápido.
Leches y yogures
Estos productos pasan por un proceso de pasteurización con el cual se elimina cualquier tipo de microorganismos peligrosos para los seres humanos, por lo que si por error tomas leche en mal estado es probable que no pase nada. Para saber si aún son comestibles basta con olerlas u observarlas; si desprenden un olor agrio, tiene algún grumo o cambia de blanco a un color amarillento, es mejor no consumirlos.
Carnes
La carne puede presentar diferentes señales de descomposición, una de las principales es el olor fétido, si presenta un tono verduzco, marrón o si muestra un brillo iridiscente no es segura comer. Si la tocas y es pegajosa al tacto o se puede sentir una cubierta limosa sobre la carne es mejor que la deseches.
Pescado
Sus ojos deben lucir brillantes, así es que si lucen turbios y las agallas en lugar de ser rojizas son moradas o marrones significa que ya no son comestibles. Otra señal de que están en estado de descomposición es por medio de su olor: si desprenden un olor desagradable y penetrante es signo de que ya no son comestibles.
Huevo
El huevo es uno de los alimentos más difíciles para descubrir si está podrido o no. Para saber si es el caso se debe verificar que la clara sea gelatinosa y no presente ningún tipo de impurezas o manchas. Otra manera de comprobarlo es agitarlo, si se escucha líquido en su interior significa que está en mal estado. El mal olor también es muestra de que ya no se puede comer.