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¿Cómo lidiar con la incertidumbre y el miedo al futuro que deja la pandemia?

por Avatar GDA | El Comercio | Perú

Ya van  más de 30 días de incertidumbre en confinamiento por la pandemia. Actualmente, se atraviesa un momento crucial, en el cual la curva de contagios está llegando a su pico más alto. La preocupación se extiende, pero no solo por el temor a enfermarse. Con la economía paralizada, una gran cantidad de personas sienten miedo al futuro, a no saber si van a mantener su trabajo.

La incertidumbre de no saber qué depara el futuro incrementa el miedo en las personas. Esto ocasiona desde agobio o malestar hasta estrés, ansiedad, depresión u otro tipo de problemas psicológicos graves. ¿Qué se puede hacer para lidiar con esta emoción?

Un miedo que protege y otro que paraliza

Primero hay que saber que no todo el miedo es malo. En realidad, se trata de un sentimiento que acompañado al ser humano desde hace cientos de miles de años. Incluso aún cuando se usaban las cavernas para protegerse de los peligros del mundo salvaje.

“El miedo es una de las emociones más primitivas que existen. El miedo es instintivo y es protector, ya que nos prepara inmediatamente para la lucha o fuga, por lo tanto, también inhibe conductas. Entonces, en un sentido es absolutamente necesario”, dice María Paz Sáenz Gonzales, psicóloga clínica y docente de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).

Por ejemplo, el miedo al contagio ahora hace mantener la distancia entre personas, usar mascarillas o lavar las manos frecuentemente. La emoción advierte sobre qué cosas son un potencial peligro. Sin embargo, existe también un miedo que paraliza y del cual hay que cuidarse.

Mayormente, explica Sáenz, cuando se enfrenta un desafío, lo que se hace es una rápida evaluación de su dimensión y de los recursos para enfrentarlo. Si está al alcance, se ve como un reto y causa entusiasmo afrontarlo. Pero si el desafío es muy grande, se empieza a ver como una amenaza, y entonces puede llegar a paralizar a las personas.

Los efectos del coronavirus en la vida pueden caber en esta categoría, sobre todo por la incertidumbre que causa la pandemia. Para muchos, la dimensión de la crisis sanitaria es muy grande y sus consecuencias en otros aspectos, como la economía, pueden ser paralizantes.

No obstante, aunque se puede tener la percepción de que hoy se vive una experiencia sin precedente, Diana Díaz Moreno, profesora de Psicología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), explica que como especie ya se han afrontado situaciones similares. Por lo que ya se tiene ese conocimiento anclado y se sabe que al final se superará.

Pero la especialista recalca también que, sin duda, como individuos, el confinamiento y la incertidumbre afecta psicológicamente.

Resignarse para encontrar un rumbo nuevo

Para Sáenz Gonzales la mayoría de las personas van a pasar por un duelo. «Los duelos vienen cuando hemos perdido algo, no solo a un ser querido. En general, todos los cambios significan una pérdida. Y cuando hay pérdida, se pasa por un proceso de duelo, así sea muy pequeñito”.

“Hoy en día, todos vamos a pasar por esta experiencia de incertidumbre ante la pandemia. Nos vamos a enfrentar al duelo de nuestra vida pre coronavirus; una vida que ya no existe”, señala.

En un primer momento, adaptarse creará resistencia, algunas personas se negarán a la nueva realidad. El tiempo que demoren en adecuarse será variado. Pero luego vendrá un proceso de resignación, que puede estar marcado por una etapa de tristeza e incluso depresión, tras el cual empezarán a aceptar lo nuevo.

“Cuando nos resignamos, se nos abre la oportunidad de encontrar un mundo nuevo. Entonces, podemos empezar a preguntarnos: ok, si esto ya se acabó, ¿ahora qué puedo hacer?”, señala la especialista.

Será vital, por lo tanto, ser conscientes de estas etapas para que, cuando se piense que el problema no tiene solución, se recuerda que en realidad es el miedo el que paraliza.

Para lidiar con los sentimientos, la psicóloga recomienda además saber dónde focalizar la atención. Aunque se tenga incertidumbre sobre muchos aspectos de la pandemia, hay otros sobre los que sí se poseen más certezas, así que se debería poner la atención en ellos.

Por último, pero no menos importante, es aconsejable contrastar los miedos con la realidad. “A veces, cuando estamos inmersos en una montaña rusa de emociones, empezamos a magnificarlas. Permitámonos sentir miedo, pero ayudémonos a que sea en la dimensión correcta. Una cosa es que algo sea terrorífico u horrible y otra es que solo sea desagradable o incómodo”.

Cambio de paradigma

Para Díaz Moreno, “van a poder sobrellevar mejor la crisis las personas que son más conscientes de su mundo interno y de sus sentimientos. También, las que tengan confianza en sí mismas y aquellas con una red afectiva que les permita compartir lo que sienten”.

De igual manera, la resiliencia será una capacidad esencial para adaptarse a las circunstancias adversas. Al contrario, serán más susceptibles de sufrir estrés postraumático quienes no sean flexibles y no entiendan que, ante las circunstancias, también vale improvisar.

Para la profesora de la UPCH, es posible que se tenga un cambio de paradigma social y hasta económico.

“Actualmente tenemos una generación que vive enfocada en el futuro y no en el presente. Por eso, muchas personas han visto afectados sus planes. Yo me preguntaría qué es lo que necesitamos realmente ahora«, dice.

Y añade: “Como sociedad nos hemos acostumbrado a basar nuestra felicidad en objetos externos, el mejor carro o el mejor celular. Hay quienes, sin tener carencias, no disfrutan de lo que poseen en este momento”.

La especialista recomienda, por eso, cultivar el mundo interior. De esa forma se puede incluso volverse más resilientes. Meditar podría ayudarnos a lograr tal objetivo, ayudará a hacerse conscientes del aquí y el ahora, saber qué se necesita y poder entender y manejar las emociones.