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Cómo celebrar Fin de Año a distancia, pero unidos por Internet

Este año nos hemos propuesto metas sencillas y cumplibles: menos promesas imposibles y más acciones que nos acerquen, aunque sea de forma virtual
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Por Lorena Díaz Liotta

Con un solo clic, las familias separadas por kilómetros pueden sentarse «juntas» en la misma mesa en Fin de Año, brindar al unísono y compartir risas, lágrimas y buenos deseos para el próximo año. Porque, aunque la distancia física exista, la tecnología derriba fronteras y nos conecta de corazón a corazón.

Con esta premisa, la pantalla se convierte en la mesa familiar que reúne, sin importar las distancias, a quienes celebran el fin de año separados geográficamente.

¿Quién no tiene esa tía que, en la recta final de diciembre, a falta de un segundo para el Año Nuevo, se trepa a una silla para que Cupido “la vea mejor”? Asegura que, desde lo alto, tendrá más probabilidades de conseguir novio. Y cuando alguien le pregunta cómo va la búsqueda amorosa, ella responde, con su risa estruendosa, que “este año sí que sí”, dedicando miradas fulminantes al osado que se atreva a dudar de su ritual. ¿Será este el año de la suerte? Quizá sí, quizá no… pero nadie le quita la ilusión.

 

Fin de Año

Una guía para brindar a distancia en el Fin de Año

 

Este año nos hemos propuesto metas sencillas y cumplibles: menos promesas imposibles y más acciones que nos acerquen, aunque sea de forma virtual.

Una cena virtual con sabor multicultural

El objetivo de la noche: revivir los mejores momentos del año, aunque hayan sido virtuales o en la intimidad de casa. Cada uno, desde donde esté, comparte un objeto que haya sido significativo en su 2024: la taza de café que usaba a diario en su home office o ese cuaderno lleno de apuntes, donde plasmó proyectos y sueños. No solo se trata de mostrarlo a la cámara, sino de contar la pequeña gran historia que hay detrás.

Organicen una «cena compartida» en la que cada miembro prepare un platillo típico del lugar donde vive. El tío en México puede mostrar cómo preparar unos tacos al pastor, mientras que el primo en Japón presume su ramen casero. Al final, intercambien recetas y hagan un brindis global, cada quien con su bebida favorita.

Show familiar en vivo: descubre el talento oculto

Convierte la videollamada en un mini espectáculo de variedades. ¿El abuelo toca la armónica? ¿El sobrino aprendió magia este año? Organicen un programa en el que cada uno tenga su momento en el “escenario virtual”. Las risas y las sorpresas están garantizadas.

Y así, entre risas, conexiones inestables y saludos desde todos los husos horarios, se va forjando un ritual que nos recuerda que las distancias se miden en kilómetros, pero jamás en cariño.

Un brindis sincronizado en diferentes husos horarios

Si tu familia está esparcida por el mundo, pueden organizar un “brindis en cadena” según los diferentes husos horarios. Cada vez que sea medianoche en un país, todos conectan para brindar con quien está recibiendo el Año Nuevo. Una celebración de 24 horas.

La magia de la videollamada lo hace posible: ver a esa abuelita que cría flores en su balcón de Lima y, al mismo tiempo, al primo que vive en Berlín y ha cambiado el jamón serrano por bratwursts.

Propósitos colectivos para el Año Nuevo

En lugar de hacer propósitos individuales imposibles de cumplir, armen una lista de metas colectivas alcanzables: vernos al menos dos veces por videollamada al mes, organizar un club de lectura familiar o simplemente enviarnos más mensajes de cariño. Es una forma de mantenerse conectados y trabajar juntos por un año mejor.

Fotografía instantánea virtual

¿Recuerdas las cámaras Polaroid? Moderniza esa tradición tomando capturas de pantalla durante la llamada. Luego, pueden hacer un collage virtual o imprimir las fotos y enviarlas como recordatorio de este fin de año especial.

Campanadas personalizadas: las 12 uvas del mundo

¿Están en diferentes países? Cada miembro puede elegir una fruta típica de su lugar de residencia para comer con cada campanada. Mientras uno come uvas en España, otro puede probar arándanos en Canadá o mangos en Filipinas. Una tradición reinventada con un toque internacional.

Cuentos para cerrar el año

Pidan a los miembros más creativos de la familia que inventen una historia breve sobre el año que termina o el año que comienza. Puede ser cómica, emotiva o incluso fantástica. Lean las historias en voz alta durante la llamada y terminen el año riendo o reflexionando juntos.

El Fin de Año es mucho más que un día del calendario: es una oportunidad de conectar, de reír y de recordarnos que la distancia no puede apagar el amor ni las tradiciones. Aunque estemos separados, siempre hay una pantalla y una conexión que pueden hacernos sentir como si estuviéramos a un abrazo de distancia. Así que este año celebremos unidos, aunque sea desde diferentes latitudes. Que la magia de Internet y el calor familiar iluminen nuestro camino hacia el 2024.

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