Calambres
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¿Le ha pasado alguna vez que los calambres no le permiten continuar con la actividad que estaba llevando a cabo? Es importante conocer su cuerpo y las señales que le está mandando, por eso aquí explicamos qué podría estar sucediendo.

Vale la pena comenzar explicando que un calambre muscular, según la página de la Clínica Mayo, es «una contracción repentina e involuntaria de uno o más músculos que puede causar dolor intenso».

Aunque en la mayoría de los casos esto es completamente inofensivo para el cuerpo, hay personas que sufren de calambres tan fuertes que, con el tiempo, esto podría «imposibilitar temporalmente el uso del músculo afectado».

¿Qué los causa?

Como en la mayoría de cosas correspondientes al cuerpo, cada persona reacciona diferente. En ese sentido, hay varias causas posibles para que alguien sufra de calambres.

Entre las razones más comunes está “el uso excesivo de un músculo después de algún tipo de ejercicio, la deshidratación, tensión muscular o el solo hecho de mantener una posición por un periodo de tiempo prolongado”.

Sin embargo, puede que estos también se presenten como la indicación de que algo que requiere más atención esté sucediendo en su cuerpo.

Por ejemplo, el suministro inadecuado de sangre a las piernas, una baja en minerales en sus sistemas o la compresión de algunos nervios puede causar un dolor similar al que dan los calambres. Esta última se identifica teniendo en cuenta que entre más camina, más suele empeorar el dolor.

¿Cuándo debe consultar a un médico?

Debido a que, en su gran mayoría, los calambres no son indicadores de nada muy grave en su cuerpo, debe tener muy presentes estas señales para saber si lo que le está sucediendo es normal y en caso de que no, consultar a su médico.

Tenga en cuenta que hay algunos factores que podrían hacer que usted tenga más calambres que otras personas.

Por ejemplo, si está en estado de embarazo, estos son más frecuentes, al igual que si es una persona mayor o si tiene alguna otra condición médica que le haga propenso a dichas afecciones.

Sin embargo, si no está en estas categorías, es mejor que programe una cita médica.

Adicionalmente, tenga presente que si el calambre viene acompañado de hinchazón, enrojecimiento en la zona o si su piel presenta algún tipo de cambio evidente, es preferible que se comunique con un especialista.

¿Cómo prevenirlos?

Algo bueno es que, por más molestos que sean, los calambres son realmente fáciles de prevenir.

La Clínica Mayo recomienda dos medidas que pueden ayudarlo. En primer lugar, intente beber abundante líquido todos los días, pero especialmente manténgase hidratado cuando esté realizando algún deporte de alto impacto e incluso después de que termine.

Cuando su cuerpo está hidratado es más fácil que sus músculos “se contraigan y relajen, lo que mantiene las células musculares menos irritables”. Por ello, también ayuda a que su cuerpo no presente calambres.

En segundo lugar, es importante estirar los músculos, incluso si no va a realizar una actividad física, pero cuando sí la haga es aún más necesario.

Si usted es una de las personas que se levanta con fuertes calambres en las piernas por la noche, la Clínica anteriormente mencionada recomienda estirar antes de dormir o hacer ejercicios breves como montar bicicleta estática durante unos minutos antes de dormir.

¿Qué puede hacer para aliviarlos?

Si usted ya presenta un calambre, sepa que aplicar paños de calor o frío, o incluso hacer un breve masaje en la zona afectada, puede ayudar a que el músculo se relaje.

En algunas personas, los continuos calambres pueden darse debido a deficiencias en algunas vitaminas, por lo que es importante que consulte a su médico para revisar si su solución puede estar en algunos suplementos.


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