La brusca, cuyo nombre científico es Senna occidentalis, es una especie de planta pantropical cuyas semillas se usan como sustituto del café; sin embargo, esta hierba también tiene diversos usos medicinales.
De acuerdo con la web especializada Mejor con salud, la brusca se suele cultivar con fines ornamentales, pero también tiene usos medicinales y culinarios.
“Tiene tallos delgados, con una textura irregular y leñosa. Sus hojas se componen por pares de folios, mientras sus flores se disponen en inflorescencias hasta con 4 flores. Estas últimas son de un color amarillo que varía de intenso a opaco”, describen la planta con hojas en forma de punta y escasas flores amarillas.
Beneficios de la brusca
Las hojas y raíces de la brusca tienen propiedades diuréticas que ayudan a aliviar la cistitis o la prostatitis crónica; mientras que las semillas, alargadas y color marrón oscuro, se usan como sustituto del café.
Aunque la evidencia sobre las propiedades medicinales de esta planta es limitada, se dice que también actúa como antioxidante, anticonvulsivo y antibacteriano.
Según la enciclopedia farmacéutica Drugs.com, la brusca también se suele utilizar como laxante natural, antifúngico, mordeduras de serpiente, convulsiones, fiebre, asma y gripe, entre otros.
¿Tiene contraindicaciones el consumo de brusca?
De acuerdo con un informe del International Journal of Pharmacognosy, el consumo excesivo de la brusca puede ser peligroso, puesto que se han registrado algunos casos de intoxicación causada por las semillas, tanto en humanos como en animales domésticos.
Aunque no hay evidencia sobre los efectos secundarios, se cree que consumo excesivo y prolongado de las semillas puede ser la causa de las intoxicaciones.