La historia de Jessica Jacinto ha logrado darle la vuelta al mundo por su increíble proceso de superación. La venezolana, quien padece de Síndrome de down, ha logrado desfilar en las mejores pasarelas del continente, dejando en claro que no hay barreras que la puedan frenar para alcanzar su sueño de ser una importante modelo.
Con 22 años de edad, Jacinto rompe con los estereotipos establecidos a lo largo de la historia de esta industria. Gracias a su esfuerzo ha logrado aparecer en importantes pasarelas siendo la imagen de grandes marcas internacionales.
«Para mí ser modelo es como estudiar una carrera que te gusta, que realmente te apasiona, y aunque no lo creas, se necesita dedicación e innovación para superarte. En el momento en que estoy en la pasarela, me convierto en otra persona (sic)», confesó Alexandra al portal Genial.guru.
A los 14 años recibió una invitación de una fundación que daba talleres de modelaje para personas con Síndrome de down. Sin pensarlo dos veces, su madre, Yadira, aceptó la propuesta que le ha cambiado la vida totalmente al bienestar de su pequeña.
«Es casi como si alguien más dentro de mí saliera de repente. Me siento empoderada», expresó la modelo.
Hace frente a la discriminación
Junto a su madre se convirtieron en un equipo y han conseguido importantes contratos con empresas que la solicitan para eventos comerciales. Dice que le hace frente a la discriminación que existe en la industria y que no le importa perseguir su sueños pese a su condición.
«Todavía hay un largo camino por recorrer en Venezuela en términos de inclusión. Las pocas grandes agencias de modelos en las que he tratado de meterla para darle un empujón siempre me dicen que me van a llamar y nunca lo hacen, lo mismo pasa con algunas marcas», reconoció la mamá de Jessica al medio citado.
En su cuenta de Instagram, donde cuenta con algo más de 64.000 seguidores, la joven ha mostrado todo su proceso y lo bien que le ha ido siendo la cara de varias compañías, incluso, es miembro certificado de la Cruz Roja, en la cual se dio cuenta que está capacitada para emprender su camino en diferentes actividades.
«Ser miembro de la Cruz Roja fue una experiencia muy linda y educativa, de la cual me siento muy orgullosa. El proyecto me mostró que podía hacer cualquier cosa que me propusiera y que podía realizar varias actividades. Por eso estoy en una academia de baile, también en patinaje», explicó Jessica Jacinto.
Hoy sigue en la lucha por buscar espacios en el ámbito profesional para persona con síndrome de down que quieran formar un futuro en las pasarelas y en los demás espacios del entretenimiento internacional.