El estrés debe ser considerado como un factor de riesgo para enfermedades del corazón, casi con la misma importancia que la obesidad o el sobrepeso, ya que detona los mismos procesos químicos en el cuerpo, afirmaron especialistas.
Durante el Simposio Internacional de Protección Cardiovascular que se desarrolla en Guadalajara, en el oeste de México, el médico cardiólogo Carlos Jerjes dijo a EFE que aunque el estrés por sí mismo no causa un infarto o problema coronario, pues no contribuye a la obstrucción de las arterias, sí es un detonante para que estos problemas ocurran.
“Ese estrés no va a ser el factor principal, pero naturalmente cuando se dispare va a producir alteraciones o actividades del sistema nervioso central”, indicó el director del Instituto de Cardiología y Medicina Vascular del programa TecSalud, en la Universidad Tecnológico de Monterrey.
El especialista detalló que con el estrés se disparan en el sistema nervioso las mismas citocinas preinflamatorias que influyen en la obesidad y que disparan el tabaquismo, “entonces se agrega como un factor muy importante”.
Agregó que las citocinas son proteínas que pueden generar inflamación que va dirigida a los vasos sanguíneos del endotelio, que es la capa que reviste el interior del corazón, y afectar el funcionamiento de este órgano.
La Organización Mundial de la Salud resalta que 8 de cada 10 primeros infartos del corazón o eventos vasculares cerebrales son prevenibles. Sin embargo, la falta de estrategias de prevención contribuye al incremento en el índice de mortalidad por eventos cardíacos que anualmente cobra la vida de 17 millones de personas en el mundo y se calcula que en 2030 la cifra ascenderá a 23,6 millones.
El especialista explicó que este estrés puede ser causado no solo por los problemas de la vida cotidiana, sino también entre quienes sufren cuadros de ansiedad y depresión, elementos que se potencian cuando existen factores como sobrepeso, mala alimentación, sedentarismo, presión arterial alta u obesidad.
Javier Antezana, cardiólogo clínico intervencionista del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional, dijo que hay una mayor incidencia de infartos entre los jóvenes debido a la ingesta de drogas como la cocaína, pero es complicado tener una estadística, pues el paciente niega haberlas consumido.
“Muchos de los pacientes son llevados a cateterismo de forma temprana y estos pacientes jóvenes vemos que pueden no tener lesiones obstructivas”, señaló.
Al Simposio Internacional de Protección Cardiovascular, organizado por la empresa farmacéutica Bayer, asisten médicos que debaten acerca de las terapias de prevención primaria y secundaria, así como las ventajas y efectos adversos de aplicar ciertos tratamientos.