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Esto es lo que pasa en la mente cuando eres bipolar

Este trastorno no es lo mismo que los altibajos que experimentan todas las personas

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En la actualidad se habla del trastorno bipolar con mayor frecuencia.

En diferentes ámbitos se está creando una tendencia excesiva del termino bipolar, incluso llegando creer que es una “moda”, una “actitud”, perdiendo de vista que se trata de una alteración de la salud mental en la que hay cambios extremos en el estado de ánimo de varias intensidades que pueden llevar hasta la hospitalización, por lo tanto es un tema que no puede tomarse tan a la ligera.

Las personas que sufren del trastorno bipolar experimentan cambios de ánimo inusuales.

A veces se sienten muy felices y “animados” y mucho más activos que de costumbre.

Este estado puede ir desde la hipomanía a la manía. Y a veces los que sufren del trastorno bipolar se sienten muy tristes y “deprimidos” y son mucho menos activos. Esto se llama depresión. Estos cambios de ánimo alteran y el comportamiento normal.

El trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos que experimentan todas las personas. Los síntomas bipolares son más potentes. Pueden dañar las relaciones entre personas y hacer que sea más difícil ir a la escuela o conservar un empleo. También pueden ser peligrosos.

Algunas personas que sufren del trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse. Los que sufren del trastorno bipolar pueden obtener tratamiento. Con ayuda pueden mejorar y llevar vidas exitosas.

Hipomania:

• Un período diferenciado en el que el estado de ánimo es persistentemente elevado, expansivo o irritable durante, al menos, cuatro días y que es claramente diferente del estado de ánimo habitual.

• Autoestima exagerada o grandiosidad

• Disminución de la necesidad de dormir (por ejemplo, se siente descansado tras sólo tres horas de sueño)

• Más hablador de lo habitual

• Experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado

• Distraibilidad (por ejemplo, la atención se desvía demasiado fácilmente hacia estímulos externos banales o irrelevantes)

• Aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente, en el trabajo o los estudios o sexualmente) o agitación psicomotora

• Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves (por ejemplo, enzarzarse en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones económicas alocadas).

Mania:

• Excitación, exaltación, sentidas como presiones internas.

• Humor elevado: clásicamente eufórico, aunque también destacan irritabilidad, mayor reactividad y tendencia a ponerse fácilmente colérico.

• Actividad sin reposo, agitación improductiva. Se empiezan varias cosas que no son acabadas.

• Disminución del pudor, pérdida de inhibición, pudiendo llegar a actitudes de seducción y contactos sexuales excesivos, teniendo en cuenta que la persona en estado normal no habría deseado tener ese tipo de comportamiento.

• Aceleración del pensamiento: nuevos y numerosos pensamientos pasan por la mente de la persona sin que ésta pueda detenerlos.

• Dificultad para concentrarse, fácil distracción.

• Trastornos del curso del pensamiento (digresiones múltiples), pérdida del hilo de la conversación.

• Fuga de ideas: dificultad para seguir el discurso de una persona que sufre de manía, ésta suele olvidar el tema inicial.

• Logorrea: habla abundante, acelerada e imparable, siendo esto el reflejo de la aceleración del pensamiento.

• Excesiva confianza en sí mismo.

• Disminución de la necesidad de dormir sin que la persona sienta la fatiga asociada a esa falta de reposo. Esta falta de sueño es a menudo uno de los primeros signos de un episodio maníaco.

• Sentimiento altruista: ganas de ayudar a los demás de forma excesiva y desorganizada.

• Hipersensibilidad afectiva y sensorial.

• Labilidad emocional: pasar de la risa a las lágrimas con mucha facilidad.

• Negligencias en la alimentación o en la higiene.

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