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Cáncer de colon: cuáles son los principales factores de riesgo

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El cáncer colorrectal es una enfermedad muy frecuente y que cuando no se diagnostica a tiempo puede ser muy grave. Se calcula que más de 44.000 personas serán diagnosticadas de este tipo de cáncer en el año 2020, según advierte en una entrevista con Infosalus el doctor Javier Román, director médico de IOB Institute of Oncology Madrid y presidente y fundador de Oncoayuda.

«El cáncer colorrectal es la aparición dentro del colon o del recto de un crecimiento desordenado e injustificado de las células de la mucosa de estos órganos, produciéndose un tumor que puede llegar a diseminarse en todo el organismo a través de la sangre y de los vasos linfáticos», explica el especialista.

También puede producir obstrucción del propio intestino grueso haciendo que el paciente tenga que buscar ayuda urgente, y en muchas ocasiones ser intervenido quirúrgicamente, según advierte el oncólogo.

Es más, destaca que el diagnóstico precoz o temprano de esta enfermedad es «absolutamente fundamental» para obtener los mejores resultados en su tratamiento: «Mientras que en los estadios más tempranos, llamados ‘estadio I’, cuando el tumor se diagnostica muy precozmente, la supervivencia a cinco años es inferior al 8%».

Por eso, según insiste, «evidentemente» el adelantarse en el diagnóstico de la enfermedad se convierte en una «estrategia definitiva» para obtener la mayor tasa de curación de los pacientes.

Los factores evitables e inevitables

En concreto, el doctor Román subraya que los principales factores de riesgo para contraer un cáncer colorrectal podrían dividirse en dos grandes grupos: los que son evitables y los que no lo son.

Dentro de los factores de riesgo evitables dice que hay que considerar el sobrepeso y la obesidad, así como la escasa actividad física, determinados tipos de alimentos como el alto consumo de carnes rojas procesadas, las carnes cocinadas a temperaturas muy altas, los bajos niveles de vitamina D en la sangre y la insuficiente alimentación en base a vegetales, frutas y cereales integrales. «También son factores de riesgo evitables y relacionados con el cáncer de colon el consumo de tabaco y el consumo de alcohol, sobre todo en grandes cantidades», según alerta.

En cambio, el director médico del IOB Institute of Oncology Madrid detalla que los factores de riesgo que no pueden evitarse son: el envejecimiento de la población -puesto que este tipo de tumores se da fundamentalmente en la edad adulta y aumenta con el paso de los años-, el antecedente de haber tenido otro cáncer previo o pólipos en el intestino grueso, o la presencia de estos trastornos previamente en la familia.

«También el antecedente de enfermedad inflamatoria intestinal y los síndromes de cáncer hereditario, que son enfermedades que afectan a varios miembros de la misma familia por alteraciones genéticas, siendo los más frecuentes el síndrome de Lynch, la poliposis adenomatosa familiar, y otros menos comunes como el síndrome de Peutz-Jeghers, y la poliposis asociado al gen STK 11», enumera el oncólogo.

Además, indica que algunas personas de raza negra tienen también una mayor propensión a desarrollar cáncer de colon y algunas etnias, como por ejemplo los judíos askenazíes. «También los pacientes con diabetes de tipo II pueden contraer con mayor frecuencia cáncer de colon», añade el experto de Quirónsalud.

Con todo ello, el fundador y presidente de Oncoayuda menciona que «obviamente» siempre se puede actuar sobre aquellos factores que son prevenibles, siendo muy importante el evitar el sobrepeso y la obesidad, manteniendo el peso en un rango saludable.

«Asimismo, la actividad física frecuente e intensa disminuye el riesgo de cáncer de colon, así como la alimentación equilibrada y con un alto consumo de vegetales, frutas y cereales integrales, limitando el consumo de carnes rojas y procesadas y de bebidas azucaradas», agrega, al tiempo que resalta que la abstención de tabaco y alcohol son otro factor que ayuda a evitar el cáncer de colon.

La importancia del cribado de cáncer de colon

Una de las vías más importantes para detectar a tiempo el cáncer de colon es el cribado de posibles casos. En este sentido, el doctor Román subraya que las pruebas deben iniciarse en función del riesgo de la persona para desarrollar esta enfermedad: «En las personas con riesgo promedio o normal, las pruebas deben comenzarse a los 45 años de edad. Estas pruebas deben continuar haciéndose hasta los 75 años de edad, siempre que la persona tenga una esperanza de vida de más de diez años. A partir de los 75 años estas pruebas son optativas, en función de las preferencias de la persona, de su esperanza de vida y de su estado de salud».

Aquí indica que las personas con mayor riesgo mayor de desarrollar cáncer de colon son aquellos que presenten antecedentes personales o familiares de cáncer de colon o de pólipos en el colon y aquellos con enfermedad inflamatoria intestinal o con síndromes de cáncer de colon hereditario. «Estos tienen que adelantar estos estudios de detección precoz, de acuerdo con su especialista», indica el miembro del IOB.

En última instancia, el oncólogo recuerda que, aunque hay determinados síntomas y signos que pueden orientarnos hacia la presencia de un carcinoma en el colon o en el recto, habitualmente estas manifestaciones clínicas no son lo suficientemente precoces como para hacer un diagnóstico temprano. «Por lo tanto, las medidas de diagnóstico precoz deben mantenerse», insiste.

¿Cuándo acudir al especialista?

En cualquier caso, considera que deben acudir a su especialista los pacientes que tengan alternancia en el ritmo intestinal, es decir diarrea y estreñimiento que duran varios días, adelgazamiento de las heces de forma persistente, un sangrado rectal o mezclado con las heces o incluso heces de color oscuro. «También los retortijones en el vientre repetidos, con dificultad para ventosear o para la defecación, son un dato de alarma», afirma Román.

Asimismo, mantiene que la pérdida de peso no intencionada y los síntomas de fatiga y de pérdida de fuerza en general deben poner bajo la sospecha de que puede haber una enfermedad subyacente, como el cáncer de colon y recto.

Con respecto al cáncer hereditario, el oncólogo indica que hay que considerarlo como una «auténtica oportunidad» para hacer un diagnóstico precoz en las familias afectadas. Por otro lado, señala con respecto a los tratamientos del cáncer de colon una vez que este se ha extendido, que en el momento actual se ha progresado enormemente, no solo con la quimioterapia convencional, sino también con las terapias moleculares dirigidas y la inmunoterapia.

«La supervivencia en pacientes con tumores diseminados se ha prolongado mucho y, además, con los tratamientos quirúrgicos de determinadas metástasis, los pacientes pueden ser curados», asegura el presidente y fundador de Oncoayuda.

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