Una investigación realizada por un equipo de científicos de la Universidad de Greenwich, en Londres, reveló que el consumo moderado de cerveza produce los mismos efectos que un analgésico convencional contra el dolor.
Dirigidos por Trevor Thompson, de la facultad de Educación y Salud de la Universidad de Greenwich, los expertos realizaron una revisión de 18 investigaciones previas.
Una de las conclusiones que arrojó el estudio es que al incrementar el nivel de alcohol en la sangre en 0,08%, el umbral del dolor de una persona se amplía ligeramente. Por tanto, el alcohol puede tener un efecto analgésico ante un malestar.
Cabe recalcar que este incremento de alcohol en la sangre es equivalente al consumo de dos cervezas, y según los expertos esta práctica causaría una reducción de una cuarta parte del dolor.
No obstante, los investigadores aún no tienen certeza sobre por qué la cerveza reduce el dolor. La hipótesis inicial es que los receptores cerebrales son alterados por el alcohol y esto provoca una especie de relajación en el cuerpo.
El estudio
Para efectuar el estudio, los expertos compararon 18 experimentos en los que se sometió a más de 400 personas a diferentes tipos de dolor. Se comprobó que, en promedio, beber dos cervezas o dos vasos de vino medio llenos aliviaba el sufrimiento de los voluntarios 24%, de acuerdo con sus reacciones.
La esperanza de los investigadores radica en aislar el componente activo que produce ese efecto de la cerveza, sin el resto de elementos nocivos y adictivos.
De cualquier manera, el estudio sostiene que beber cerveza tiene muchos más efectos perjudiciales para la salud, que beneficios con el dolor. Thompson advierte que «la cantidad de alcohol necesaria para conseguir un efecto sostenido a largo plazo implica una serie de problemas para la salud. No descarta incluso la aparición de dolor crónico».
Otros beneficios de la cerveza
De acuerdo con la Revista de Osteoporosis y Metabolismo Mineral se demostró que el exceso de alcohol es un factor importante de riesgo de osteoporosis. Sin embargo, el consumo moderado de cerveza parece tener efectos beneficiosos para los huesos.
El consumo moderado de cerveza demostró en un estudio hecho con ultrasonidos un efecto positivo en la masa ósea de mujeres postmenopáusicas como variable independiente.
Los autores valoraron la masa ósea medida por ultrasonidos a nivel de la falange en un grupo de 1.697 mujeres sanas. Incluyeron 710 premenopáusicas, 176 perimenopáusicas y 811 postmenopáusicas (edad media 48,4 años), con un índice de masa corporal (IMC) entre 19 y 32 kg/m2.
Se encontró una relación positiva entre los parámetros determinados por ultrasonidos. Las siguientes variables de manera independiente: edad, IMC, estado gonadal y consumo de cerveza, pero no con el consumo de vino.
Expertos consideran que esto puede deberse al papel del silicio en el organismo. Existen muchos estudios, tanto experimentales como en humanos, que han observado el efecto positivo del Si en el hueso. Esto demuestra que su administración produce un efecto positivo en la masa ósea.
Al respecto, se ha observado un efecto positivo en la formación ósea, con acción positiva del silicio en la diferenciación celular y en la síntesis de colágeno tipo 1, así como aumento en el ARNm de estas proteínas, sugiriendo un papel potencial en la transcripción genética.
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