El escritor Mario Vargas Llosa presentó en Moscú la edición en ruso de su novela »Un héroe discreto» por la que esta semana recibirá el premio literario Yásnaya Poliana, un galardón muy vinculado al gran novelista ruso León Tolstoi.
El literato respondió a preguntas de los lectores y firmó autógrafos a más de un centenar de admiradores que se agolpaban en una céntrica librería moscovita, después de haber paseado durante el día por los lugares más emblemáticos de la capital acompañado de su pareja, Isabel Preysler.
«No se si he escrito alguna obra maestra, me gustaría que fuera así, pero si tengo que elegir me quedaría con ‘Conversación en la catedral’ porque me costó más de tres años escribirla, y el primer año trabajé casi en la oscuridad, sin tener idea de la estructura de la novela», explicó el escritor a uno de los asistentes.
Preguntado por el peligro de los fanatismos en la literatura, el escritor peruano-español aseguró que la cultura no debe ser dirigida y que, mientras más representativa de la diversidad humana sea, mejor.
«La cultura debe ser libre, es muy importante que los escritores, artistas, pensadores, puedan expresarse con toda libertad. Eso significa que junto a buenas ideas, hay malas ideas, que junto a auténticos artistas, habrá también embaucadores, falsificadores», dijo.
Para el autor de «La ciudad y los perros», los grandes escritores han tenido un efecto muy positivo en sus lectores y han demostrado que el ser humano es un ser complejo, difícil imprevisible.
«Yo tengo confianza en la cultura; si la cultura es libre, todo lo malo que pueda tener será contrarrestado por lo mejor que hay en ella, y creo que esta es una diferencia que hacen los lectores, los espectadores, todos quienes se benefician, gozan y sienten que la cultura enriquece tu vida», subrayó el Premio Nobel de Literatura 2010.
«Lo importante es que la cultura sea libre, que exprese esa complejidad que es la experiencia humana. Conocer también la parte negativa, cruel y malvada de la experiencia humana creo que es fundamental para defenderse mejor contra todo ese elemento negativo que forma parte de la realidad», insistió.
A un lector que le preguntó cuál de las versiones cinematográficas de sus novelas prefiere, el escritor le contestó que nunca ha reconocido una obra suya en el cine.
«En general, reducían la historia y, además, no es lo mismo expresarse con palabras que en imágenes. Pero la peor que recuerdo es la primera versión que se hizo de ‘Pantaleón y las visitadoras’, era casi una caricatura ridícula de la novela, y puedo decirlo con conocimiento de causa porque la dirigí yo», afirmó.
Su incursión en la política también tuvo su espacio en la charla con los lectores, que le recordaron cuando concurrió a las elecciones presidenciales en Perú en 1990.
«La enseñanza más provechosa que he sacado de esa experiencia es que soy muy mal político. Y también aprendí que la política saca lo peor del ser humano, por la atracción extraordinaria que hay hacia el poder. Esto echa por la borda principios, convicciones, la moral», afirmó.
Sobre la situación política en América Latina, se declaró mucho más optimista que hace 30 años.
«Cuando yo era joven veía un continente lleno de dictaduras militares. Hoy solo hay dos dictaduras, en Cuba y en Venezuela. El resto son democracias, algunas muy imperfectas, pero es preferible una democracia imperfecta que una buena dictadura», subrayó.
La ceremonia de entrega del galardón, que reconocerá «El héroe discreto» en la categoría de mejor novela extranjera, tendrá lugar el 12 de octubre en el Teatro Bolshói.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional