El poeta, periodista y diplomático nicaragüense Rubén Darío cuenta con su propia ruta en la capital de Francia, una ciudad que el Instituto Cervantes, encargado del recorrido, asegura que ya había viajado dentro de él antes de que la conociera en persona. El circuito pasa por la Gare Saint-Lazare, donde el autor de Cantos de vida y esperanza afirmó «hollar suelo sagrado»; por sus diferentes residencias; por el Consulado de Nicaragua en la época, donde fue nombrado cónsul en 1903; y por los cafés que frecuentaba, como el Bar Calisaya, donde conoció a Oscar Wilde. Son 19 lugares que, según el comunicado del Instituto Cervantes, muestran la relación de Darío con París, donde en 1893, fecha de su primer viaje a esa ciudad europea con 26 años de edad, conoció a Paul Verlaine. El Cervantes suma el nombre de Rubén Darío al de otros escritores como Julio Cortázar o Miguel de Unamuno, que también cuentan con su propia ruta, que puede seguirse tanto de forma virtual como con las visitas guiadas ofrecidas por esa institución cultural.