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Convertirán antigua cárcel en una biblioteca

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A media cuadra de la Plaza de Armas Muñoz Gamero y al lado del edificio institucional de Carabineros de Punta Arenas, en Chile, destaca la gran fachada de concreto que desde inicios del siglo XX albergó a la principal cárcel pública de la capital regional de Magallanes. Eso, hasta inicios de la década pasada, cuando la hacinada población penal fue trasladada a un nuevo centro penitenciario.El antiguo recinto, que forma parte del casco patrimonial histórico, será recuperado con un proyecto en el que trabaja la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. Allí se construirán la principal biblioteca regional y el primer archivo de Magallanes.Los estudios de diseño, para lo cual se destinaron cerca de 360.000 dólares, estarán terminados en el segundo semestre de este año, y desde allí se trabajará por su concreción, cuya inversión sería de 11 millones de dólares, admite el intendente de Magallanes, Jorge Flies.La obra podría estar concluida entre 2018 y 2019. El financiamiento y desarrollo del proyecto está garantizado con recursos que se canalizarán vía el Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas. «Eso nos permite estar en condiciones de aportar en la construcción y rehabilitación de este edificio que es patrimonial y nos traería a la zona la primera biblioteca pública de volumen y condiciones adecuadas para lo que se merece una capital regional», explica Flies. Destaca que la región recuperará antiguos documentos que hoy están en el Archivo Nacional, en Santiago.María Isabel López, directora regional de la Dibam en Magallanes, explica que se proyecta reunir allí cerca de 40.000 textos y material bibliográfico en distintos formatos.?El impacto social que provocará el disponer de este lugar será muy importante para la comunidad. El edificio se mantendrá en su infraestructura y se recuperarán sus espacios para beneficio de los movimientos culturales?, dice.Incluso habrá sectores que conservarán su estado original, quedando al descubierto los antiguos ladrillos que forman parte de la albañilería gruesa que acogió a más de 300 internos y se mantendrán algunas celdas en su condición actual (con los rayados y rejas). Todo ello se acompañará con una museografía que rescate la vivencia de la reclusión.La fachada principal, hacia el acceso en calle Waldo Seguel, será recuperada. Allí habrá oficinas y estará el ingreso a la biblioteca. El patio interior de la ex cárcel mantendrá sus características originales y será sala de lectura.