Los bolivianos celebraron esta semana la decisión de la Corte Internacional de Justicia que interpretaron como un primer paso para recuperar un acceso soberano al océano Pacífico, reclamo centenario que mantiene enfrentados a Bolivia y Chile.Por 14 votos contra 2, el tribunal de La Haya se consideró competente para juzgar el reclamo boliviano para que Chile acceda a negociar cederles un acceso al mar.La decisión no significa que los jueces estén de acuerdo con el reclamo boliviano, pues ahora viene una batalla legal que podría durar años.Mientras tanto, ¿cómo hace Bolivia ?el único país de Sudamérica, junto a Paraguay, sin costa marítima? para importar o exportar sus mercancías por el océano?Según el gobierno de Santiago, Bolivia ya tiene en la práctica un acceso al mar a través de los puertos chilenos del norte, por donde operan cada año unas 7.000 empresas bolivianas.»Como consecuencia del Tratado de 1904, Bolivia ejerce potestad aduanera en los puertos de Arica y Antofagasta sobre las cargas con destino a Bolivia», asegura Chile.»Más del 20% de los países del mundo carecen de litoral. De esos países, Bolivia es uno de los que goza mayores derechos para acceder al mar», sostiene la postura chilena.¿Pero cómo funciona exactamente este uso boliviano de estos puertos?De acuerdo a lo firmado en el tratado centenario, Bolivia tiene a sus propias autoridades aduaneras en Arica y Antofagasta, encargadas de aprobar la documentación que afecta a las cargas con destino a su país.Por los puertos chilenos salen productos como la soja boliviana y sus derivados, girasol, madera, quinua, azúcar, maíz, nueces de Brasil y minerales como el zinc, el plomo o el cobre. Preferencias aduanerasEl gobierno de La Paz puede fijar sus aranceles y tasas relativas a derechos de importación. Actualmente, la tarifa fija que se aplica a mercancías bolivianas es de US$0,85 por tonelada.Y Chile argumenta que aplica tarifas preferenciales para casos de almacenamiento de carga peligrosa boliviana, de modo que cada año las concesiones portuarias hechas en Arica y Antofagasta tienen un costo de más de US$100 millones para los chilenos.Pero Bolivia no lo ve del mismo modo.Su canciller, David Choquehuanca, dijo que Chile viola «todos los días» el Tratado de 1904, y que no garantiza el «libre derecho de tránsito comercial» para los bolivianos en el puerto de Arica.En este sentido, la Cámara de Transporte Pesado de El Alto sostiene que el sector pierde hasta un 25% de competitividad frente a sus vecinos por culpa de «trabas» administrativas de Chile para ingresar a su país.»Somos vulnerados, somos sujetos a políticas administrativas, somos sujetos a actos discriminatorios, somos sujetos a condicionamientos», asegura el presidente de la cámara, Gustavo Rivadeneira. Aporte boliviano Según el Instituto Nacional de Estadística boliviano, cada año se exportan a través del puerto de Arica mercancía por valor en torno a los US$2.000 millones, y por valor de US$1.300 millones en el puerto de Antofagasta.Bolivia también utiliza el puerto de Iquique, aunque en menor medida.Empresarios y autoridades bolivianas también aseguran que su país aporta sumas millonarias a los puertos chilenos cada año.»En promedio por el uso de la terminal Terminal Puerto de Arica, cada empresa paga mensualmente entre US$5.000 y US$7.000″, según los comerciantes de El Alto.Según las autoridades chilenas, se trata de un puerto «básicamente a disposición de Bolivia», donde el 80% de la carga viene de aquel país. Por el AtlánticoMientras, Bolivia planea utilizar de manera alternativa los puertos de países de la cuenca atlántica, especialmente en Rosario (Argentina), Asunción (Paraguay, sin mar, pero con extensas redes fluviales) y Nueva Palmira (Uruguay).En febrero de este año, Bolivia y Uruguay firmaron un convenio que permitiría a Bolivia tener acceso a un puerto de aguas profundas, que se ha previsto construir en la costa atlántica del departamento uruguayo de Rocha, fronterizo con Brasil.Y el presidente Evo Morales anunció que entre sus planes está potenciar la construcción de una línea de ferrocarril para transportar minerales y mercancía agrícola hacía la Hidrovía Paraná-Paraguay.»Tarde o temprano vamos a tener salida al mar», dijo Morales. «Y más temprano vamos a tener salida al océano Atlántico por el río Paraná-Paraguay».