La Catedral de Sal de Zipaquirá, en el departamento colombiano de Cundinamarca, tiene en marcha varios planes para hacer cada vez más atractivo ese destino turístico. Hasta el 30 abril se contabilizaban 205.199 personas, para la misma época, en 2014, eran 179.000. De este total, 23% corresponde a extranjeros. Actualmente, tiene seis proyectos para desarrollar. Uno de ellos está relacionado con la construcción de un teleférico que conecte la mina con puntos como el cerro de las Tres Cruces. Desde allí se aprecia un paisaje de la Sabana y desde otra perspectiva se divisa el Páramo de Guerrero y vegetación nativa del altiplano, que conduce a la laguna Pantanorredondo, que es el espejo de agua que provee a la mina, donde se explota el mineral. En general, el objetivo es el sitio desde el punto de vista arquitectónico y paisajístico que comprende 23 hectáreas que se deben recuperar. La posibilidad de que los turistas hagan actividades de campamento es otra estrategia que se analiza, señala Raúl Alfonso Galeano, gerente general de Catedral de Sal de Zipaquirá. Además dentro de la Catedral están disponibles 32.000 metros cuadrados, de los cuales apenas la mitad está en uso en los espacios religiosos y en la zona comercial. Una de las opciones es aprovechar el área restante para instalar una clínica o una infraestructura especializada. La idea es buscar un plan innovador para aprovechar esos espacios internos, dijo. Otra obra pendiente es la construcción de un túnel de salida que tendrá que diseñarse, acorde al concepto de la Catedral, explicó el ejecutivo. Los análisis de mercado señalan que es hora de vincular a los niños a la oferta turística, con una estrategia pedagógica, en un proyecto que podría denominarse Catedral Kids. El otro proyecto es convertir ese sitio en un operador más de turismo, ya que solo está impulsando la Catedral, cuando podría armar paquetes que incluyan recorridos por la región, hotelería y oferta gastronómica, aprovechando el ancla que representa para Zipaquirá este sitio que atrae a nacionales y extranjeros. En este último aspecto, el municipio forma parte del plan Sabana Centro en el que están otras localidades como Sopó y Cajicá, con la misma filosofía que se promueve el turismo en el Eje Cafetero. ?Hay unas serie de inversiones altísimas y eso implica que la empresa debe robustecerse económicamente y buscar estrategias para lograr incrementar de 30 a 40% las entradas?, explicó. Con el fin de recaudar más recursos desde este año optó por doblar la tarifa de ingreso a los extranjeros.